Lanús: comedores populares sin recursos para hacer frente a la pandemia

Y el gobierno de Grindetti (Cambiemos) no da respuesta.

La crisis sanitaria general del país ha recrudecido todas las condiciones de miseria en las que se encuentran las barriadas obreras del conurbano. Lanús no es la excepción y esto se refleja en los comedores del Polo Obrero de Lanús que registran una duplicación de los niños y vecinos que se acercan a buscar una comida diaria en Monte Chingolo, en el barrio Eva Perón o en Villa Obrera.


La inexistencia de un verdadero plan de contención que vuelque y centralice el conjunto de los recursos nacionales en el combate a la pandemia y en la satisfacción de las necesidades sociales está teniendo como consecuencia la concurrencia masiva de los vecinos a los comedores.


Para que ese tránsito de gente, absolutamente necesario en este cuadro, no suponga un riesgo de contagio y propagación del virus, el Polo Obrero decidió implementar todas las medidas de seguridad necesarias, la desinfección sistemática, el uso de alcohol en gel, barbijos y guantes descartables.


Sin embargo, la entrega de estos materiales sanitarios elementales por parte del gobierno municipal y su Secretaría de Desarrollo Social ha sido inexistente. El “kit” de limpieza entregado en el día de la fecha incluyo sólo, y escasamente, artículos de limpieza comunes como trapos, detergente y escobas para los comedores. Junto con esto la cantidad de módulos alimentarios entregados se mantiene congelada y con atrasos en su entrega, ignorando el incremento de la crisis social.


El gobierno de Grindetti entonces, así como el nacional y el provincial, no está tomando las medidas necesarias tanto en el terreno sanitario como en el económico para hacer frente a la crisis. Se replica una orientación que combina tasazos sobre los trabajadores del distrito con ninguna solución a los problemas de fondo de Lanús, como la falta de urbanización y la destrucción de la salud pública. Como si esta situación en los barrios no fuera suficiente, la situación de los hospitales del distrito es crítica como se ha visto en el Hospital Evita. Una vez más su política hace que la crisis en todos los sentidos la paguemos los trabajadores. Por el contrario, son los vecinos de los barrios junto con el Polo Obrero quienes se encuentran organizándose ante la pandemia.


Reclamamos al gobierno municipal la entrega del total correspondiente de los módulos asignados y su aumento hasta cubrir toda la demanda existente, la provisión de los artículos de limpieza necesarios, y la disposición de elementos sanitarios (alcohol en gel, barbijos, guantes descartables) para que los comedores populares puedan cumplir su función en condiciones seguras.