Todos los pronósticos indican que, para fin de año, producto de la crisis económica que se agudizó por la pandemia, nos vamos a encontrar con un notorio incremento de la pobreza y 1 millón de nuevos desocupados con respecto al año anterior. El ajuste a nuestros salarios, los cuales se hallan mayormente congelados a pesar de la inflación y con reducciones de hasta un 70%, deja a miles de trabajadores en una situación de extrema pobreza y sin la posibilidad de mantener alquileres que en la Ciudad de Buenos Aires rondan un precio no menor a $20 mil. Esto obliga a que miles de familias se vean en la situación de tener que tomar un pedacito de terreno para no quedar en la calle.

Por un lado tenemos a familias enteras desde Chaco hasta Mendoza que hoy en día están luchando por el derecho a una vivienda. Y por el otro, el gobierno nacional con Alberto Fernández, junto con el gobernador Axel Kicillof y su ministro de seguridad Sergio Berni, que salieron a denunciar las tomas de tierras como ilegales y van a utilizar a la policía a la que le acaban de dar un aumento de salario del 40% y casi 40 mil millones de pesos para el reforzamiento del equipamiento represivo. La misma policía que va a estar encolumnada a la hora de los desalojos y la represión a todos los trabajadores, mujeres y juventud.

El Estado no garantiza las condiciones para vivir dignamente: trabajo genuino, con un salario igual a la canasta básica, que se frenen los despidos, las rebajas salariales, un seguro al desocupado de 30 mil pesos, la urbanización real de las villas de la ciudad. Las políticas que llevan adelante los distintos gobiernos son completamente distintas a las necesidades de la clase trabajadora y la juventud. Es necesario salir a luchar por nuestras reivindicaciones y derechos.

La juventud se hizo protagonista de esta lucha

Desde la Juventud del Polo Obrero tomamos la lucha por el acceso a una vivienda como propia, participando activamente de la toma y organizando junto con los compañeros del Polo Obrero y otras organizaciones sociales las ollas populares para las familias que están luchando por el derecho a vivienda. Entendemos que la juventud trabajadora es la que se ha visto más afectada por la crisis económica, teniendo que aceptar los trabajos más precarios y en el último tiempo sin poder acceder siquiera a alguno de ellos. Las familias que deben vivir hacinadas en una sola casa que comparten hasta tres generaciones se vieron obligadas a luchar por un pedazo de tierra para poder tener un techo propio.
Luchamos contra el uso de la tierra para la especulación inmobiliaria y exigimos que estas sean puestas a disposición para un plan de obras para vivienda y que se atiendan las necesidades populares. Impulsamos la pelea de los vecinos por el acceso a este derecho y rechazamos cualquier intento de desalojo por parte del gobierno.

Es por eso, que convocamos a todes les jóvenes a sumarse al Congreso Nacional de la Unión de Juventudes por el Socialismo a llevar a las comisiones una denuncia contra los desalojos, y el reclamo por una vivienda digna y la urbanización real de las villas. Súmate a la campaña de adhesiones con carteles y fotos.

https://docs.google.com/forms/d/1VKKE2Ecob_BTtXz5nxvr6iOHOpBF1kf4t27vOhJmzbw/viewform