Luján y un dato de la crisis: 37 mil vecinos con asistencia alimentaria

Casi un tercio de una población de 120.000 habitantes, padece problemas alimentarios y hambre.

Llamamos a los vecinos y trabajadores de Luján a reclamar por un presupuesto acorde a las necesidades alimentarias y sanitarias.

Hace unas semanas la Secretaría de Desarrollo Humano del municipio bonaerense de Luján informaba a los medios de comunicación local que unos 37 mil vecinos del distrito son asistidos con bolsones de alimentos o que concurren a retirar viandas de los comedores, debido a su situación de vulnerabilidad.

Desde el gobierno municipal comunican que “se acompaña de forma mensual a más de 9.000 familias y una población estimada que supera las 35.000 personas” (Luján Hoy 23/7). El esquema de asistencia se divide de la siguiente manera: en subcomandos barriales (24.000 personas), comedores/merenderos (6.500), puntos de asistencia alimentaria (4.500), comedores municipales (2.100) y pacientes externados de la colonia psiquiátrica “Domingo Cabred” (80).

Los datos brindados hablan del crítico cuadro socioeconómico en Luján, agravado por la pandemia del Covid 19. Esto significa que casi un tercio de una población de 120.000 habitantes, padece problemas alimentarios y hambre. Todo consecuencia del incremento de la desocupación y la pobreza en numerosas familias trabajadoras. Como botón de muestra, están para reflejar los siete comedores de nuestra organización de trabajadores desocupados, el Polo Obrero. Allí las compañeras nos reportan que se ha más que duplicado la demanda de comensales, pasando de unos 220 en marzo a 500 en agosto de 2020.

Un municipio cuestionado

La gestión del intendente Leonardo Boto (Frente de Todos) se vanagloria por los números informados de la asistencia alimentaria, afirmando que están enfrentando el problema. Sin embargo, la misma está absolutamente cuestionada. Por un lado, muchos comedores aducen que la mercadería llega en cantidades insuficientes, como los yogures producidos por la planta piloto de la Universidad Nacional de Luján. Por el otro, las denuncias de la dilapidación de recursos a través de contratos irregulares con empresas y cooperativas. Por ejemplo, en una importante radio FM local, se informaba del gasto de unos 18 millones de pesos para una proveedora de leche en polvo y alimentos secos. Pero que la misma no disponía de un espacio físico para que sea habilitada legalmente y que su titular solo podía facturar 25 mil pesos anuales, según los registros fiscales de la AFIP.

Un planteo de salida

Con el Polo Obrero, que viene dando una batalla enorme, llamamos a los vecinos y trabajadores de Luján a reclamar por un presupuesto acorde a las necesidades alimentarias y sanitarias. Además del control popular e independiente para que la asistencia social llegue a quienes corresponde. También dotar a la Unlu de los insumos y personal para una  producción a mayor escala de lácteos, muy elogiados por su calidad y valor nutritivo.
En fin, un urgente programa para organizarnos y luchar contra la miseria social.