Asamblea piquetera en el Obelisco discute acciones de lucha

Este lunes 5. ¡Abajo el ajuste. Fuera el FMI!.

Este lunes 5 desde el mediodía, en el Obelisco, delegaciones del frente de unidad piquetera que integran más de 30 organizaciones, que incluyen el Frente de Lucha Piquetero (que encabeza el Polo Obrero); Barrios de Pie y el MST-Teresa Vive (que vienen coordinando acciones en común con el Frente de Lucha desde hace tiempo atrás) y la fuerte unidad que se está desarrollando también con el FOL, La Darío Santillán y otros grupos, realizaremos una asamblea piquetera para discutir acciones de lucha contra la política de ajuste del gobierno de Alberto Fernández, sometido al FMI.

La unidad piquetera viene de realizar una extraordinaria acción de lucha con las juventudes piqueteras, que impactó de lleno en la situación política con miles de jóvenes que ingresaron al Palacio Pizzurno, luego de horas de espera y de solicitar una reunión en reiteradas oportunidades, que el ministro Nicolás Trotta ignoró. La irrupción de una juventud barrial que quiere estudiar y trabajar y que no se resigna al ajuste brutal de este gobierno, ha sido un hecho político destacado de la semana pasada. Ha colocado a la juventud de Argentina que estudia y trabaja el desafío de unir fuerzas y reclamar las imprescindibles medidas como el wi-fi en los barrios o los dispositivos para los pibes cuyos padres/madres no superan el ingreso de pobreza, que son la mayoría de lxs trabajadores/as en Argentina. El propio ministerio reconoció que hay un millón de chicos que han tenido que dejar la escuela producto de la imposibilidad de acceder tanto a internet como los dispositivos y que hay una necesidad de por lo menos 6 millones de computadoras, pero el presupuesto asignado a la compra de esos dispositivos para una población absolutamente desprotegida es de apenas 400.000 netbooks en todo el año, y no se prevé un aumento de ese presupuesto, lo cual muestra que el ajuste del FMI que aplican Guzmán y Fernández llega hasta lo más elemental, como es la educación, la salud y el trabajo.

La asamblea piquetera tendrá representantes de las regionales de Buenos Aires y de CABA, que votará como primer medida, una acción de lucha propuesta para el 8 de abril en todo el país, con el pliego de reclamos discutido el pasado 26 de febrero en Parque Lezama.

La unidad piquetera, imprescindible para enfrentar el ajuste

La unidad piquetera, a la vez, se prepara para un mes en el que está convocado el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Se plantea como imprescindible una acción de lucha junto a ocupadxs y desocupadxs. El gobierno propone aumentar en un 30% el Salario Mínimo Vital y Móvil ($21.600), es decir un 20% por debajo de lo que se estima que será la inflación, por lo cual el salario de muchos trabajadores y trabajadoras seguirá por debajo de la canasta de pobreza y casi rozará la canasta de indigencia. Este cuadro abona la necesidad de una lucha común para elevar el miserable sueldo mínimo.

Un ejemplo gráfico de este golpe al salario se refleja en las trabajadoras de casas particulares precarizadas, trabajadores/as de la cosecha de las verduras y las frutas en el interior, y por supuesto los programas sociales, las jubilaciones mínimas y las asignaciones universales por hijo, que quedaron aplastadas por una inflación que arrasa los bolsillos.

Mientras tanto, las centrales obreras, que deberían salir a reclamar, así como los movimientos sociales cooptados por el gobierno, paralizan las fuerzas de la clase obrera, que necesitan ser liberadas para luchar por un paro general el día que se convoque el Consejo del Salario, con el reclamo de equiparación con la canasta de pobreza, hoy en $56.000; y un plan de lucha si el gobierno y las patronales siguen aplicando un ajuste que pagan los trabajadores con enormes sacrificios en el terreno de su vida cotidiana, como es en los alimentos, la educación y la salud. Ni hablar del empeoramiento en materia de vivienda que expulsa a miles de familias a la calle.

El movimiento piquetero se coloca a la cabeza, junto a las luchas como las del frigorífico Arrebeef o la clínica San Andrés; o la de los trabajadores viñateros, de Mendoza a San Juan y Salta; y la de los docentes y de la salud de Neuquén. Todo esto en el marco de un ajuste que el gobierno de Fernández aplica sin miramientos y que apoyan todas las alas del Frente de Todos, y también la oposición patronal de Cambiemos y el macrismo.

Les desocupadxs encabezan la lucha callejera por las reivindicaciones inmediatas, como la apertura de los programas sociales, la vacunación masiva, el aumento del salario mínimo, la asistencia alimentaria a los comedores; es la forma que adopta hoy la resistencia a los planes de ajuste del gobierno, en el medio de una pandemia que amenaza con envolver a los trabajadores en una catástrofe mundial, mientras los grandes capitalistas siguen aumentando sus ganancias.