Mercedes piquetera: ¡Fuera el peaje!

La clase media corta rutas

Las movilizaciones contra el peaje en Mercedes han vuelto con remozada fuerza. El motivo fundamental es la reprivatización de la ruta 5 (ahora corredor 2), cuya adjudicación ha recaído en los viejos piratas de Nuevas Rutas, ahora reconvertidos como la concesionaria Homaq.


Esta empresa del “pillaje”, como todos los concesionarios de rutas que operaron durante los últimos trece años, se llenó los bolsillos con la recaudación de las cabinas e incumplió las obligaciones del contrato. Nuevas Rutas “se va” sin haber construido los 30 km de la Autovía Luján-Mercedes, carga el costo de la terminación de obra al Estado y “vuelve” al negocio como Homaq para seguir recaudando.


Como se denunció en Prensa Obrera, la reprivatización de Kirchner es peor que la privatización de las rutas del menemismo porque exime -ahora por contrato- a las empresas del peaje de toda responsabilidad en la construcción de nuevas obras. Esto significa que el Estado tendrá que poner 710 millones de pesos extras para acondicionar las rutas que son reprivatizadas y los “nuevos dueños” se dedicarán exclusivamente al “mantenimiento”, o sea a cobrar el peaje en las cabinas.


En el último mes se han realizado tres marchas desde Mercedes hasta Olivera, donde funcionan las cabinas de peaje. Las marchas fueron masivas. Con las movilizaciones populares, Mercedes ha vuelto a colocarse a la cabeza de la lucha contra el peaje. En esta lucha, la clase media no escatima los métodos piqueteros más audaces, entre ellos el levantamiento de prepo de las vallas para permitir el pasaje de los automovilistas y transportes y el reclamo al Concejo Deliberante para que legalice el tránsito gratuito de los vehículos. Por si esto fuera poco, la movilización popular repudió a la policía que actúa como guardia del “pillaje” y le impuso al comisario que se abstenga de intervenir.


Dentro de este movimiento contra el peaje los partidos patronales alientan la “ilusión” de una absoluta “comunión de intereses de todas las fuerzas mercedinas”. Trascartón quieren prohibir, de la mano del PJ, la presencia de carteles identificatorios en las marchas. La maniobra incluye que sea el Concejo Deliberante (dominado por el pejotismo) el que en las decisiones reemplace a la Asamblea de Vecinos movilizados.


El PJ y el intendente electo Selva, del peronismo, baten el parche de “Basta de Peaje”, pero simultáneamente ofrecen un relevo: que un conglomerado de intendencias gestione y cobre el peaje, o suspender el cobro del peaje hasta que se termine la autovía Luján-Mercedes. Pero esta variante está sujeta a que el Estado pague lo que no terminó Nuevas Rutas.


También aparecen otras “salidas” impulsadas por cámaras patronales y empresarias, como el programa “Crema”, (construir-reparar-mantener). Este sistema “Crema” ya existe y ha implicado la licitación de 16.000 km de rutas. Como informa La Nación, “el desembolso de la entidad crediticia (se refiere a anuncios de préstamos de hasta 4.500 millones de dólares por el Banco Mundial) contempla el dinero necesario para licitar los actuales contratos Crema y agregar más de 6.000 kilómetros a ese sistema, que cuenta con el beneplácito de ese organismo internacional”. El Estado se endeuda y financia la construcción -en este caso de caminos- y las empresas conchaban trabajadores de lo “planes”.


El Partido Obrero de Mercedes participa de este movimiento popular e impulsa la abolición inmediata del peaje.


1) Que se convoque inmediatamente a un plebiscito.


2) Garantizar, por medio de la Asamblea Popular, que se cumpla la ordenanza del Concejo Deliberante de suspensión del pago del peaje.