Ocupan terrenos en Barrio Anaí Mapu

El pasado 17 de agosto, un grupo de familias de Anaí Mapu, barrio obrero de Cipolletti, cansados de las promesas incumplidas de las autoridades locales, y acuciados por la necesidad imperiosa de dar un techo a sus hijos, resolvieron ocupar terrenos baldíos del propio barrio. El barrio surgió hace 17 años, cuando el municipio cedió las tierras que hoy ocupa el barrio a numerosas familias en lucha por una casa propia. “Hoy, que gracias a enormes sacrificios y a una tenaz lucha de años, el barrio cuenta con numerosos servicios (gas, luz, agua) quieren que la nueva generación volvamos a sufrir el desarraigo que en su momento vivieron nuestros padres”, nos cuenta un ocupante. “Dicen que no hay terrenos libres —narra otro— y es mentira, porque si viene una empresa a pedirlos, enseguida les dan”.


“La resolución de ocupar los terrenos la tomamos entre 15 familias, todos desocupados y sin vivienda”, nos dice un tercero. A 7 días de la toma, las 14 familias originales se habían transformado en 80. ¡Más de 300 personas luchando por su derecho a una vivienda!


Inmediatamente, los ocupantes empezaron a organizarse. Un papel de primer orden jugaron las mujeres; apenas transcurridos unos días, la ocupación era un ejemplo de solidaridad y organización.


Las autoridades comunales se lanzaron desde el primer momento a un furibundo ataque contra los ocupantes, con la complicidad de numerosos medios de prensa. “Es un grupo minúsculo, dirigido por agitadores de ultraizquierda”, declaraba a los cuatro vientos el secretario de Gobierno. “Ya hicimos la correspondiente denuncia por usurpación”, “No dialogaremos con agitadores profesionales…” (?). Al igual que ante la pueblada de Cutral Co, la jueza que iba a ordenar el desalojo de los terrenos ocupados tuvo que reconocer que el problema no era de un grupo minúsculo de personas. La sola versión de que iba a haber un desalojo violento por parte del BORA, había movilizado a centenares de vecinos del barrio.


El 30 de agosto, ante la visita a Cipolletti del gobernador Verani, más de un centenar de ocupantes marchó hasta el centro de Cipolletti. La presión de los manifestantes obligó al gobernador a recibirlos e ‘interiorizarse’ por el problema.


La toma de Anaí Mapu es claramente demostrativa de que la organización de los desocupados y los ‘sin techo’ se extiende.