Olavarría: el Polo Obrero exigió alimentos y kits sanitarios

Una delegación de compañerxs nos manifestamos en las puertas del palacio municipal llevando la consigna ¡con hambre no hay cuarentena!

Una decena de integrantes del Polo Obrero de nuestra ciudad, en representación de más de 150 familias, llevamos nuestros reclamos al poder político local. Nos sumamos así a la jornada nacional de lucha de las organizaciones piqueteras independientes del gobierno. Luego de más de una hora de espera y habiendo logrado una importante repercusión en los medios locales, se hizo presente el secretario de Gobierno, Hilario Galli. A él se le entregó una nota pidiendo la asistencia con alimentos y kits sanitarios a las familias olavarrienses que lo están necesitando, con una periodicidad no mayor a 15 días y sin exclusiones. También pedimos una reunión con Diego Robbiani, secretario municipal de Desarrollo Humano, para viabilizar esta asistencia del modo más inmediato posible.


La situación que se vive en los barrios es desesperante y la respuesta por parte del Estado viene siendo muy insuficiente. Nuestros compañerxs denuncian que, como única asistencia, en el mes pasado se les otorgó una bolsa con escasos 10 productos (algunos próximos a vencerse y, en un caso, directamente pasado de fecha). Este “bolsón” entregado por el municipio que dirige Ezequiel Galli (PRO) no les alcanza más que para algunos días, mientras la cuarentena lleva más de un mes y medio. Pero lo más preocupante es que la mayoría de las personas que necesitaron la mercadería no recibieron nada durante este mes (en nuestro caso 100 de las familias empadronadas) ya que se les negó asistencia por variados motivos: o bien ya habían recibido la bolsa a principios de la cuarentena (¡en marzo!) o se decidió que contaban con asistencia suficiente por recibir asignaciones, pensiones y/o planes sociales. Como si eso alcanzara para que una familia superara la línea de indigencia. Los funcionarios de Galli, que no se privó de aplicar impuestazos y tarifazos en los primeros meses del año, parecieran desconocer la inflación de más del 50% interanual que se acentúa en los alimentos y productos básicos.


Mientras tanto, el gobierno (y Robbiani en particular) fue duramente cuestionado por el retraso que tuvo la distribución de las bolsas del Servicio Alimentario Escolar (SAE) durante abril. En Olavarría el SAE fue municipalizado en 2018 durante la gestión de Vidal y, según el responsable del área, generaba “un déficit operativo y económico” (Infoeme, 5/5) por lo cual decidieron volver a transferirlo a la provincia y que a partir de este mes esté a cargo del Consejo Escolar. La causa es el evidente problema de funcionamiento cuando la demanda de asistencia se triplicó (de 4.000 cupos antes de la cuarentena a 12.600 actualmente) pero los recursos apenas se duplicaron. Se confirman las denuncias sobre el presupuesto insuficiente que le asigna el gobierno de Kicillof a los comedores escolares.


La oposición del Frente de Todos, que en nuestro distrito encabeza el camporista Federico Aguilera (hoy subsecretario provincial de Minería), ha adoptado una actitud colaboracionista con Galli y sus funcionarios al punto tal que se integraron a su “Mesa de Contención Social” sin decir nada de los despidos de trabajadores municipales. Desde ese lugar, coordinan las acciones de asistencia que denunciamos por insuficientes y excluyentes. Incluso, llegan al cinismo de anunciar a los vecinxs la entrega de las bolsas de alimento como actividad partidaria, promocionándose como si estuvieran en campaña electoral.


En contraste con el oportunismo de estos “opositores” que gobiernan la provincia y el país, la movilización local del Polo Obrero puso de relieve las consignas urgentes de los barrios y las familias trabajadoras: la provisión de alimentos, el pago inmediato del IFE sin exclusiones y la entrega de elementos sanitarios y de higiene. Para ello, señalamos la necesidad de un impuesto progresivo a las grandes rentas y fortunas, el aumento del impuesto a las patronales cementeras que se recauda en Olavarría y el no pago de la deuda externa.