Patricios en lucha

Miércoles 26: En su “bautismo de fuego” cuarenta compañeros del Polo Obrero de Patricios, junto a compañeros de la Asamblea Popular del barrio nos sumamos al corte de Puente Alsina. Aguantamos una dura represión manteniendo el corte hasta las 15 horas. Después de eso y enterados de la situación en Puente Pueyrredón, hicimos una Asamblea de Balance y participamos de las marchas del miércoles y el jueves.


Viernes 28: En un plenario con 80 compañeros se resolvió, tras discutir las responsabilidades políticas del gobierno en la represión y la necesidad de seguir luchando para que se vayan todos y gobiernen los trabajadores, que si el martes no se entregaban los alimentos en las condiciones solicitadas de inmediato íbamos a marchar a Promoción Social. Además, la reunión resolvió en ese mismo momento marchar al Centro Polideportivo de Pepirí, donde el CGP 4 estaba haciendo el “foro barrial por el presupuesto participativo”. Cuando entramos al local, cincuenta compañeros de la Comisión, los funcionarios y algunos de los punteros presentes empezaron a ponerse nerviosos. Y también empezamos a ponernos nerviosos nosotros cuando escuchamos que las importantes propuestas que se discutían eran del tipo “…hay que alambrar la magnolia del Parque…”. Finalmente, nos tuvieron que dar la palabra. Como primer punto, impusimos que todos los presentes, que parece que viven en otro país, se pararan e hicieran un minuto de silencio por Maximiliano y Darío. En segundo lugar, planteamos que el problema central del barrio era el hambre y la desocupación, denunciamos la política del gobierno nacional y el Gobierno de la Ciudad, que a través de Promoción Social maltratan y discriminan a los desocupados, a la gente de los hoteles. Planteamos nuestro proyecto de demolición de la Cárcel de Caseros con trabajo genuino y la instalación del comedor. Por si les quedaba alguna duda, denunciamos que el presupuesto participativo era un engaña-pichanga para discutir migajas, mientras Ibarra renegocia la deuda con intereses leoninos, destruye los hospitales y la educación. Y que, por lo tanto, nada tenemos que discutir con estos funcionarios, sino organizarnos y luchar para que se vayan todos. Tras lo cual en medio de fuertes aplausos, la Comisión de Desocupados abandonó esa cháchara.