En la localidad de Navarro (Provincia de Buenos Aires) no se han registrado a la fecha contagios por Covid, pero la pandemia del hambre se multiplica.

La cuarentena puso sobre la mesa la enorme cantidad de trabajadores informales que tiene el pueblo. Muchos changarines o empleados en negro se quedaron sin trabajo y sin posibilidad de reclamar por la condición de irregularidad laboral en la que se encontraban. Desde el Partido Obrero de Navarro colaboramos con la inscripción de cientos de personas para el Ingreso Familiar de Emergían, muchas de las cuales fueron rebotadas y otras que aún no lo cobraron.

Quienes tiene fecha de cobro en junio para cobrar ese subsidio, no pueden esperar un mes para comprar alimentos. Además, el monto es exiguo y es por única vez. Seguimos reclamando un subsidio al desocupado de 30.000 pesos.

Por su parte, la ayuda social por parte del Estado municipal es nula. Está tercerizada a través del Movimiento Evita, que recibe alimentos de Nación y Provincia y liga estas tareas asistenciales a un trabajo de contención de la lucha popular.

El pasado viernes 1, el Polo Obrero llevó adelante una lucha nacional que se realizó en 16 provincias con ollas populares, cortes y una movilización del Obelisco a la Plaza de Mayo con la consigna principal: “con hambre no hay cuarentena”.

Nos sumamos a este reclamo también en Navarro. Nuestra militancia ha generado un reagrupamiento de vecinxs en el Barrio El Matadero, y las compañeras están discutiendo la posibilidad de abrir un merendero. Exigimos al municipio kits de higiene, fumigación contra el dengue y alimentos para poder ponerlo en pie.