Que se vayan todos y gobierne la Asamblea Popular

La comuna de San Pablo, ubicada a 10 kilómetros de la capital tucumana, se ha transformado en uno de los centros de la tormenta política que se vive en la provincia. Como producto de las denuncias contra quien fuera hasta hace pocos días secretario de Desarrollo Humano, Alberto Darnay, terminó detenido el delegado comunal Raúl Castro, señalado como responsable del desvío de fondos de los 9 comedores con fondos estatales que funcionan en la localidad. Las investigaciones que se abrieron amenazan ramificarse hacia otros funcionarios de la Secretaría y hacia otras comunas y municipios.


El hecho ha causado un enorme impacto. Castro había convertido San Pablo en un feudo y había lanzado a su banda de punteros a aterrorizar a la población, a comprar voluntades, a golpear a los periodistas que asoman sus narices denunciando los hechos. En San Pablo recientemente murió un chiquito desnutrido, y se cuestiona al director del hospital de la localidad, también por desvío de fondos.


En ese cuadro, la única referencia opositora existente en el pueblo son el Partido Obrero y el Polo Obrero, que tienen el único comedor comunitario y un merendero que funcionan en la localidad sin subsidios del gobierno. Hace meses el gobierno cortó el subsidio, precisamente por presión del delegado comunal ahora preso. A pesar de ello, se sostuvo con la ayuda de los comerciantes y vecinos. El Polo Obrero ha venido realizando, en el último período, una serie de medidas: cortes en la ruta 38, una movilización hacia la comuna, y un corte y acto frente al hospital reclamando la renuncia de un director comunal. Ahora, con la detención del delegado comunal, el Polo ha lanzado una campaña de asambleas, barrio por barrio, para convocar a una Asamblea Popular de la localidad para reclamar la renuncia de Castro y que el gobierno comunal sea asumido por una junta de delegados vecinales electos y sometidos al control de la Asamblea pública.