Desde las diferentes asambleas que componen el Polo Obrero de la Ciudad de Buenos Aires se vienen realizado diferentes actividades de empadronamiento, mediante recorridas y volanteos, donde se difunden los motivos por los cuales se impulsa la jornada nacional que piquetes de este jueves 18, con el Frente de Lucha Piquetero.

En las diferentes barriadas la situación de la pandemia ha expuesto las condiciones de extrema vulnerabilidad en la que vivimos. Es lo que comenta Delia, compañera del Polo Obrero de Villa Soldati, quien manifiesta que “salimos a reclamar a este gobierno un trabajo genuino, seguro al desocupado, la emergencia y apertura de los planes sociales y el aumento de los programas sociales a la canasta básica”.

A la pobreza que no para de crecer se le suman las condiciones de emergencia sanitaria en los barrios, con hospitales que no dan abasto y salitas completamente vaciadas. Centenares de vecinos de las villas de CABA han perdido el trabajo o la changa y se encuentran desocupados, en una situación de pobreza creciente, que se refleja en las estadísticas a nivel nacional.

La falta urbanización de los barrios y las obras truchas, junto al crecimiento descomunal del hambre, hacen que la situación no sé soporté más. Cada día son más los vecinos que se acercan para organizarse y luchar por trabajo, vivienda y comida.

“Aca en los barrios, los comedores están repletos de gente que viene a pedir, cada día, alimentos. Hay chicos que no tienen la leche del día a día y hay personas que no tienen trabajo y no pueden pagar el alquiler”, comenta Delia.

Las iniciativas de los gobiernos no responden a esta situación de emergencia, sino que priorizan la agenda de los empresarios, por esto avanzan en una presencialidad escolar sin condiciones .

Para garantizar que el gobierno de una respuesta frente al crecimiento del hambre y la desocupación, las organizaciones piqueteras, como el Polo Obrero, han salido a patear los barrios a invitar a sus vecinos a que se sumen esta campaña y al piquetazo nacional del jueves 18, como concluye Delia.