Como parte de la extraordinaria movilización que el Frente Piquetero de Lucha desplegó en todo el país el jueves 8 de abril, en Salta las organizaciones se realizó un acampe de ocho horas en las puertas de Desarrollo Social de la provincia. También se llevaron a cabo cortes de ruta, movilizaciones y concentraciones en Joaquín V. González, Güemes y Mosconi.

El gobierno de Gustavo Sáenz no dio ninguna respuesta a los reclamos. Ni siquiera una cita con los funcionarios para discutir la gravísima situación de hambre que están pasando miles de familias en Salta, y las terribles condiciones en que funcionan merenderos y comedores completamente desatendidos por el Estado. Salta capital y sus alrededores es uno de los conglomerados urbanos más pobres del país, con un índice de pobreza del 45%, según los últimos datos dados del Indec. En dos años este porcentaje se duplicó, lo que es una muestra de la gravísima situación existente en el principal centro urbano de la provincia. La situación de las localidades del interior es en la mayoría de los casos aún más grave.

Uno de los reclamos planteados en el masivo acampe es que la escasa mercadería que distribuye el gobierno provincial a comedores y merenderos es de muy mala calidad, y en muchos casos no se puede utilizar porque está vencida, con gorgojos u hongos. El argumento de los funcionarios es que le sale más barato al Estado comprar mercadería con fecha de vencimiento próxima, una verdadera acción criminal en el cuadro de hambre, desocupación y pandemia.

Al igual que Alberto Fernández, el gobernador Sáenz no ha tomado ninguna medida para enfrentar la segunda ola de contagios. Ni presupuesto extra para el sistema de salud, y mucho menos para asistir a las familias cuando se limita la posibilidad, por ejemplo, de hacer changas. Por el contrario, anula el IFE, el ATP, y reduce los alimentos para merenderos y comedores; una decisión acorde a las exigencias de reducción del gasto público del FMI. Tengamos en cuenta que Salta tiene una informalidad laboral que alcanza a casi el 50% de las y los trabajadores, y que eventuales restricciones afectan de lleno.

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El gobierno anunció que el próximo martes Pablo Outes, coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, con quien las organizaciones del Frente Piquetero de Lucha exigían reunirse, se reunirá con el Triunvirato de San Cayetano de Grabois y compañía, es decir las organizaciones cooptadas por el gobierno nacional.

El silencio de los funcionarios ante el reclamo de las organizaciones piqueteras que protagonizaron la extraordinaria jornada de lucha ayer en Salta es realmente criminal, y empuja a estas miles de familias a volcarse a medidas más duras que se efectivizarán sin duda en las próximas semanas.