Un balance del Docke

Durante 5 días, más de 1.500 compañeros del Bloque Piquetero Nacional mantuvieron bloqueados totalmente todos los accesos a las destilerías de Dock Sud.


Los piqueteros reclamaban 50.000 puestos de trabajo en planta permanente. Se sumaban a la lucha de los piqueteros de Salta, que cortan desde hace 20 días los accesos de las plantas petroleras. La acción del Bloque Piquetero frente a los pulpos petroleros se realizó en vísperas de un aumento de la nafta que arrastrará a una violenta suba de los precios y en vísperas del chantaje de los 10.000 despidos en las cuencas sureñas. Previamente, el Bloque había planteado que la retención a la exportación fuera destinada a un fondo fiduciario para la realización de un plan de obras públicas que ocupe a miles de compañeros.


La medida afectó profundamente los intereses de las patronales, que apelaron a las barcazas para pasar los camiones para cargar combustible. Los piqueteros recibieron la solidaridad de los propios trabajadores de las refinerías, de todo el barrio del Docke, de las asambleas populares de Avellaneda y Lanús, de los docentes de la zona sur y de centenares de trabajadores ocupados y desocupados que pasaron por el piquete. La acción llegó al más alto nivel político, pues sin “consejo consultivo”, sin “concertación” y sin “mesa de diálogo” alguno, los piqueteros fueron recibidos por la Secretaría General de la Presidencia 48 horas antes del desalojo; allí el gobierno prometió algunas reivindicaciones de trabajo y comida ad referéndum de la aprobación del presupuesto nacional.


La Asamblea General del piquete capitalizó las promesas del gobierno pero reclamó sentarse con las patronales. Entonces, en un operativo conjunto entre las petroleras y la Prefectura, por un lado, y el gobierno de Duhalde y la Policía bonaerense, por el otro, desalojaron en un operativo de ratonera a los piqueteros del Docke.


1) Se impone un balance profundo de este corte, que ponga en discusión todos los aspectos políticos y organizativos de esta medida. Este balance es imprescindible pues la lucha directa y las acciones contra los pulpos petroleros se está transformando en la Argentina en una bandera nacional.


2) Para imponer una victoria a las petroleras hay que reforzar el carácter de masas de estas acciones. Es la suma de una organización aceitada, la autodefensa de las organizaciones y el masivo apoyo popular lo que podrá imponer las reivindicaciones. Son las tres cuestiones vitales.