¿Urbanización de villa 1-11-14, o erradicación de los pobladores?

En la asamblea barrial del Bajo Flores los vecinos que habitan la Villa 1-11-14 denunciaron que la urbanización que lleva a cabo el gobierno de la Ciudad y la Comisión Municipal de la Vivienda no contempla viviendas para todos los moradores actuales del barrio. Se construyen soló 600 viviendas y la población es de 6.000 familias, de las cuales 1.200 serán inmediatamente afectadas por el trazado de nuevas calles.


Los vecinos han preguntado, sin encontrar respuesta, por qué no se han asignado nuevas tierras, fiscales o de otro tipo, para la construcción de más viviendas. Esto a pesar de los reclamos para que se asignen terrenos desocupados de las inmediaciones o instalaciones del municipio (DAOM), casi completamente vacías. También plantearon si es cierto que no se pueden construir edificios de más altura, para más gente, porque los terrenos son zonas bajas y pantanosas que fueron rellenadas.


El otro gran problema es que los requisitos para acceder a las viviendas son inalcanzables para la gran mayoría de los actuales pobladores. Son créditos hipotecarios, por lo tanto ejecutables, que requieren un sueldo mínimo verificable y documentado de 400 pesos, para un sólo ambiente chico, y de allí para arriba. Setecientos de sueldo y cuotas de 142 pesos mensuales a 20 años, para un departamento de 3 ambientes.


Tampoco se reconoce el valor de las mejoras y las viviendas hechas por los vecinos, en muchos casos desde hace decenas de años. No se los considera habitantes, como lo son realmente, ni como propietarios, sino como ocupantes.


En este plan, no hay ninguna posibilidad de que los desocupados y los que trabajan en negro o con empleos transitorios sean considerados. Con lo cual la gran mayoría del barrio queda afuera. Y lo que hay aquí no es ninguna urbanización sino una erradicación encubierta.


¿A nadie se le ocurrió encarar conjuntamente con el plan de vivienda un plan de trabajo para los desocupados, inclusive en las obras de urbanización del propio barrio? ¿Y un seguro al desocupado para el que no consigue trabajo, para que todos tengan la ‘igualdad de oportunidades’ que permanentemente se pregona para acceder a un techo?


Lo que en realidad se busca es que esta ‘urbanización’ cree las condiciones para un encarecimiento de la vivienda y el pago de impuestos, servicios, etc., que obligue a los actuales habitantes a emigrar y, en poco tiempo, se abra el negocio a los especuladores inmobiliarios.


El Partido Obrero, que apoya incondicionalmente la lucha y las movilizaciones de la Villa por el pleno acceso a la vivienda, plantea: vivienda para todos los actuales habitantes; utilización de terrenos fiscales o expropiación de tierras para construir las viviendas necesarias; cesión de los terrenos y escrituración inmediata; construcción de viviendas mediante cuotas no superiores al 10% del sueldo del jefe de familia; moratoria del pago para desocupados; puestos de trabajo y seguro al desocupado de 600 pesos de mínimo.


Explotación y muerte en las obras de la Villa


Las obras de urbanización de la Comisión Municipal de la Vivienda están a cargo de contratistas que pagan salarios de 1,25 pesos la hora, muy por debajo de los mínimos salariales que se requieren para acceder a las propias viviendas del plan (ver artículo). Por lo tanto, los obreros que construyen el nuevo barrio, muchos de ellos actuales habitantes de la Villa, no van a tener acceso a esas viviendas.


Estas empresas y sus subcontratistas tampoco cumplen las mínimas medidas de seguridad laboral, lo que provoca accidentes y, en los últimos días, incluso la muerte de un obrero al caer desde gran altura en el obrador Bonorino. Esa obra fue paralizada pero se desconocen qué medidas tomaron las autoridades y bajo qué condiciones continuarán los trabajos.


Otra denuncia es que estos trabajadores son despedidos permanentemente y reemplazados por otros traídos del interior, con menores sueldos, estableciéndose una rotación para evitar un personal estable y organizado, que cuestione las miserables condiciones de trabajo.


El Partido Obrero plantea: fuera las contratistas; control por delegados y trabajadores de las condiciones de seguridad en las obras; reincorporación de los despedidos; salario mínimo de 600 pesos por 8 horas de trabajo; que se incorpore a las obras a los desocupados de la Villa.