Mujer

14/3/2019

8M en Bahía Blanca: dos mil mujeres salimos a las calles

Plenario de Trabajadoras Bahía Blanca

Más de 2.000 personas nos movilizamos por el centro de la ciudad de Bahía Blanca el viernes pasado en el marco del Paro Internacional por las Mujeres. El recorrido de la movilización incluyó lugares clave del poder político local, como la municipalidad, tribunales y la Catedral. Se destacó al frente de la columna la presencia de un nuevo agrupamiento de familiares de víctimas, encabezado por Mónica Cid, mamá de Micaela Ortega, la niña asesinada en 2016 días antes del segundo NiUnaMenos. Fueron protagonistas distintas organizaciones de mujeres, sindicatos como el SUTEBA y variados partidos políticos. Las asambleas de SUTEBA y ADUNS (docentes universitarios) habían votado la adhesión al paro, antes que sus centrales, junto con el no inicio de clases.


Antes de iniciar la marcha se leyó un documento firmado por más de 40 organizaciones, con una fuerte denuncia al ajuste en curso, al Estado, sus partidos, y la Iglesia.


El debate en las asambleas preparatorias


Las asambleas organizativas que antecedieron a la movilización discutieron un contenido y un programa para orientar el 8M, a pesar del constante intento del PJ-kirchnerismo y sus aliados por condicionar el contenido del documento, algo que lograron sólo parcialmente.


Las jornadas del 1F y 19F ya habían anticipado la masividad del 8M, pero allí las ´nac&pop´ brillaron por su ausencia en la organización. En las asambleas preparatorias al 8M, en cambio, colocaron a todo su aparato al servicio de frenar o diluir cualquier denuncia contra el Estado y la Iglesia que pudiese exponer sus alianzas con el clero. Para ello se valieron de todo tipo de difamaciones, injurias e intrigas contra las organizaciones que históricamente venimos luchando por los derechos de las mujeres y contra la propia asamblea de mujeres que se viene reuniendo desde 2015, con el primer NiUnaMenos.


Las feministas K, como era previsible, rechazaron señalar la responsabilidad del gobierno de CFK por haber cajoneado el proyecto para legalizar el aborto durante años. También rechazaron denunciar a los diputados y senadores que dieron la espalda a millones de mujeres el año pasado. En este sentido, se delimitaron del Frente de Izquierda señalando que no acordaban con el “no pago la deuda”. Recordemos que Kiciloff, entre bizcochitos, les aseguró a los representantes del FMI que no pensaba romper ningún acuerdo con ellos.


Las maniobras distraccionistas y rupturistas no lograron diseminar el reclamo por el aborto legal ni la separación de la Iglesia del Estado. Tampoco anularon la denuncia contra el ajuste de Macri, el FMI, los gobernadores y el intendente local Héctor Gay, consignas que tuvieron un lugar destacado en el documento a instancias del Plenario de Trabajadoras y otras organizaciones de izquierda. La asamblea también se pronunció contra los despidos, tarifazos y reformas anti obreras, reclamando un paro nacional y un plan de lucha para derrotar esta ofensiva. Esto disposición a la lucha contrasta con la parálisis de las centrales sindicales que, dicho sea de paso, tampoco se esforzaron mucho en concretar la parte organizativa y material del acto. Como ocurrió en Buenos Aires con las CTAs y la CGT, sindicatos como ADUNS que solían colaborar con aportes económicos, sonidos y pantallas, esta vez, quitaron su apoyo para el sostenimiento del acto.


Ante los planteos divisionistas de anular la presencia de hombres en la marcha, separando a parte de los explotados de esta importantísima lucha y frente a las difamaciones e intrigas desarrolladas hasta último momento, el PdT opuso el reforzamiento de la organización independiente y una enorme lucha política para que el movimiento de mujeres local oriente su intervención con la convicción de que ningún recambio electoral entre los mismos que han garantizado la gobernabilidad y el ajuste del macrismo y encubren a los Manzur, los Morales o los Urtubey, torturadores de mujeres y niñas garantizará la concreción de nuestras reivindicaciones.


¡La lucha es ahora y en las calles!