Este 8 de marzo, Día Internacional De La Mujer Trabajadora, miles de mujeres se concentraron frente al municipio y movilizaron por la ciudad de Bahía Blanca, con dos banderas encabezando la marcha: una de ellas decía “Basta de femicidios, el Estado es responsable” y la otra exigía “Justicia por Susana y por todas”.
Susana Melo fue asesinada el año pasado por su ex pareja Raúl Costa, quien ya contaba con un historial de denuncias por violencia de género por parte de su primera esposa y por parte de les hijes de Susana. Costa también tenía una denuncia por violación.

En nuestra ciudad, el año pasado hubo 2.470 denuncias de violaciones, abusos sexuales e infracciones a las leyes 12.569 (violencia familiar) y 26.485 (violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollan sus Relaciones Interpersonales), radicadas en dependencias policiales (fuente: Estación de Policía Departamental de Seguridad Bahía Blanca). En Bahía Blanca y la región, entre 2016 y 2020, se produjeron 12 femicidios (fuente: Ministerio público fiscal de la provincia de Buenos Aires/ Departamento judicial de Bahía Blanca).

La movilización fue resuelta en una asamblea del movimiento de mujeres y diversidades de Bahía Blanca. Además de las consignas centrales que encabezaron la marcha, la asamblea resolvió parar por: fuera Berni, no al pago de la deuda, efectiva implementación del aborto legal, separación de la iglesia y el Estado, ni una menos sin trabajo y sin vivienda, efectiva implementación del cupo laboral trans, elección y revocabilidad de jueces y fiscales por el voto popular, por un consejo autónomo de mujeres y diversidades, entre otras.

Se realizó un micrófono abierto en el que participaron distintas agrupaciones, la campaña por el aborto legal, la secretaría de género de la CTA y el FIT-U. Destacamos la intervención de Mariela González, primera mujer delegada de la UOCRA en Bahía Blanca, quien denunció maltratos, discriminación y amenazas de muerte por parte del gremio por su condición de mujer, y que no le permiten ejercer su mandato como delegada elegida democráticamente y tampoco ir a su lugar de trabajo. Este es un claro ejemplo de cómo actúa la burocracia sindical ejerciendo violencia de género contra las trabajadoras en defensa de los intereses de las patronales y amparadas por el estado.

Las agrupaciones que conforman el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad en Bahía Blanca (Plenario de Trabajadoras, Pan y Rosas y Juntas y a la Izquierda), leyeron un documento señalando la necesidad de poner en pie un Consejo Autónomo de Mujeres y Diversidades que surja de nuestro movimiento, con presupuesto estatal y con total independencia de los gobiernos sobre las políticas a implementar y sobre la orientación a seguir.

También se denunció que el gobierno y el FMI vienen golpeando brutalmente las condiciones de vida de las trabajadoras y desocupadas, profundizando el ajuste y la miseria y que, dentro del movimiento piquetero independiente del estado, las mujeres son mayoría y son quienes luchan sin pausa para parar la olla y conquistar trabajo genuino, salud, educación y vivienda junto al movimiento obrero.
La columna del Plenario de Trabajadoras marchó con las mujeres del Polo Obrero. Más de 90 compañeras, con una mayoría de mujeres organizadas en sus barrios que dijeron presente con carteles que denunciaban la situación de hambre, violencia y desocupación que golpea especialmente a las mujeres y diversidades.

Este 8 de marzo, nos movilizarnos con reclamos para superar la acción del Estado que promueve la violencia, los femicidios, el hambre y la desocupación. Los ministerios ya fracasaron porque anteponen la defensa de una orientación capitalista a la defensa real de las mujeres. Poner en pie un organismo autónomo y que se incremente el presupuesto, para que seamos las propias mujeres las que fijemos las políticas concretas para enfrentar la violencia, es una necesidad de nuestro movimiento.