Mujer

10/3/2017

8M en Rosario: agresión inadmisible a luchadoras y luchadores de General Motors

Plenario Trabajadoras de Rosario


El 8M en Rosario fue multitudinario. La concurrencia rebalsó el Monumento a la bandera. La movilización, además, se dio en el momento en que en los días previos estalló en las inmediaciones de Rosario el conflicto de General Motors. 350 suspensiones que a término serán despidos, sobre la base de un acuerdo entre el Smata de Rosario y la patronal de GM. Los trabajadores, junto a sus compañeras e hijos, que venían en un estado de movilización permanente, rápidamente vieron en el 8M una posibilidad para difundir esta gran lucha hacia miles y miles de mujeres y hombres que se iban a salir a las calles ese día. 


 


Las compañeras y compañeros de GM vieron así con claridad la importancia de la unidad de clase entre ellos y su lucha, con el inmenso movimiento de mujeres que se levantó en todo el país y el mundo.


 


Por ello, desde distintas organizaciones y principalmente desde el Frente de Izquierda, fuimos el día de la marcha a proponer que las compañeras, familiares y trabajadores de GM encabecen la movilización, para colocar el conflicto en el centro de la escena política de la ciudad y romper así el cerco mediático de los grandes medios.


 


La multisectorial, encabezada por el Movimiento Sindical Rosarino, el Movimiento Evita, junto al Frente Social y Popular (PCR y Patria Grande), no solo se negaron rotundamente a esto y relegaron a un segundo plano la lucha de GM en la marcha. En un accionar patoteril y reaccionario impidieron hasta con golpes de puño que las compañeras y compañeros de GM pudieran subir al escenario para exponer frente a los medios y las miles de mujeres su lucha en defensa del pan para sus familias.


 


La excusa formal de las organizadoras fue que “no querían dejar subir hombres al escenario”. El motivo real es que el Smata, el gran orquestador del acuerdo con la patronal para proceder a los despidos, integra el Movimiento Sindical Rosarino, organizador de la movilización del 8M. Los lazos con el Smata del MSR, acompañado por el Frente Social y Popular, explican la manipulación de la lucha de la mujer y esta posición reaccionaria. 


 


La unidad de la clase obrera es la única vía para la conquista de las reivindicaciones de la mujer y de quebrar el ajuste de Macri y los gobernadores. Repudiamos que se manipule la causa de las mujer con fines reaccionarios y para atacar a los trabajadores que luchan. 


 


¡Viva la lucha de General Motors!


 


Abrazamos su causa.