La nena sanjuanina de 11 años violada por su padrastro fue sometida el miércoles por la mañana a la interrupción del embarazo que cursaba en un hospital público de la provincia. El hecho había sido denunciado por las maestras del colegio al que asistía la niña. La nena se encuentra en perfecto estado, seguirá internada y será atendida por un equipo interdisciplinario para brindar contención, atento informes oficiales. Su madre, por lo pronto, permanece detenida junto al violador.

El Poder Judicial de San Juan, a través del fiscal, aclaró previamente que no tomaría intervención puesto que se trataba de un caso no judiciable. Sin embargo, las autoridades del Hospital Rawson depositaron toda la responsabilidad de la decisión de llevar adelante el aborto en las asesoras de menores Laura Romarion y Patricia Sirera, las cuales a su vez, adujeron que primero debían consultar a la nena. El testimonio de la menor en Cámara Gesell fue tan contundente y aberrante que no cabía otra posición que inmediatamente practicar la interrupción del embarazo.

Sin lugar a dudas, el respeto al aborto no punible en este caso, a diferencia de lo ocurrido recientemente en las provincias de Jujuy y Tucumán, ha sido producto de presión política que ejerce la lucha de las mujeres del pañuelo verde y recorre todo el país.

El caso tucumano conmovió tuvo repercusión internacional por el nivel de tortura institucional que padeció la menor de 11 años violada por la pareja de su abuela. Junto a su madre, la nena imploró por su derecho a abortar, pero recibió como respuesta obstáculos de todo el andamiaje estatal del feudo clerical gobernado por Manzur, el ex ministro de Salud de CFK. El resultado, recordemos, fue una cesárea producto del estado gestacional avanzado ya que la niña fue mantenida como rehén en el hospital durante siete semanas. El feto que le extrajeron falleció, sellando el fracaso del experimento oscurantista. A posteriori, una resolución judicial reconoció los derechos que asistían a la niña.

Volviendo a San Juan, ante un caso similar, los ´celestes´ apelaron a todo tipo de maniobras y campañas de terror. Esta vez hicieron lo mismo, animados incluso por la reciente afirmación del papa Bergoglio de que “el aborto no es lícito ni siquiera tras una violación”. Sin embargo, los que prometían un “tsunami celeste”, fracasaron. San Juan es una de las provincias que no adhiere al protocolo de aborto no punible nacional surgido por el fallo FAL.

En la Nación y en las provincias siguen gobernando las mismas fuerzas políticas aliadas al clero, pero la lucha de las mujeres no es en vano y está logrando el avance en el respeto de los derechos ya conquistados. El movimiento está llamado a romper, de una vez por todas, esa alianza oscurantista que pretende perpetuar un régimen de explotación y miseria para las familias trabajadoras.

Redoblemos la organización en San Juan de las mujeres, de la juventud y diversidad sexual para avanzar en la conquista de la Educación Sexual Laica y Científica, contra el ajuste que pauperiza las condiciones de vida de las mujeres y niñas en las barriadas luchando por trabajo y una real asistencia y protección frente a la profundización de la violencia de género, por el respeto al aborto no punible y contra el ajuste en el sistema de salud público estatal, por la Sseparación de la Iglesia del Estado y la legalización y despenalización del aborto.

Desbordemos las calles con ésta lucha.