En las últimas semanas desde el Plenario de Trabajadoras y el Polo Obrero hemos impulsado numerosas asambleas en las barriadas de la ciudad. En la villa 20, Ciudad Oculta, Soldati, Bajo Flores, la Boca, la 21.24 y la Villa 31, entre otros.

La masiva concurrencia a las mismas pone de relieve la situación que vivimos el conjunto de las mujeres trabajadoras. Existe un fuerte incremento de casos de violencia, que se profundiza por la falta de vivienda propia, la precarización laboral y la desocupación. Estas asambleas mostraron una radiografía general de las condiciones paupérrimas a las que nos someten los gobiernos.

Durante los testimonios de las compañeras asistentes, se escuchaba y se visibilizada una realidad común: la desprotección del Estado frente a las denuncias de situaciones de violencia. El caso de nuestra compañera Esther Mamani puso de manifiesto el desprecio que tiene por la vida de las mujeres, y como recargan sobre nosotras la responsabilidad de tener que avisar cuando está cerca nuestro agresor, muchas veces para avisar ya es tarde.

El desfinanciamiento de los centros integrales de la mujer, la falta de asistencia y de profesionales contratados por el estado en los barrios hacen que muchas veces las vecinas no tengan a donde acudir frente a situaciones de violencia. Ir a la comisaría barrial, según la experiencia transitada, es un desgaste absoluto que solo genera frustración ya que en esta institución se encargan sistemáticamente de cajonear las denuncias y responsabilizar a la víctima.

Cuando decimos que el Estado es responsable no lo decimos cómo un slogan, sino que se demuestra en los testimonios que realizaron las compañeras en cada uno de los casos compartidos. La desidia estatal tiene un objetivo político clave. Mantener a las mujeres sometidas y con la cabeza gacha, por eso nos desoyen y por eso no se hacen cargo de las denuncias de violencia.

En este sentido la conclusión de las asambleas fue impulsar la organización independiente del Estado de las mujeres para unirnos y luchar, porque así como el aborto lo ganamos en las calles el Ni Una Menos será una conquista que arrancaremos movilizadas y organizadas.

Vamos por un Consejo Autónomo de las Mujeres con presupuesto propio, electo y revocable para actuar frente a la escalada de femicidios y violencia. El 8 impulsaremos movilizaciones en todas las barriadas y hacia la Plaza de Mayo.

Ni una menos, el estado es responsable, esta lucha la ganamos en las calles.