Mujer

11/11/2021

Casa Violeta en Puerto Madryn: un intento de emparchar la ausencia de políticas públicas en Género

En estos días fue noticia la inauguración en la ciudad de Puerto Madryn (Chubut) de la “Casa Violeta”, un albergue para víctimas de violencia de género. Presentado por Indira Bianciotti, subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, el albergue busca dar alojamiento a mujeres con hijxs que atraviesen una situación de urgencia, hasta tanto se pueda notificar al agresor de una exclusión. La subsecretaria añade que la medida se ve complementada, por un lado, con el programa municipal de “grupos de reflexiones para hombres y mujeres” y, por otro, por el trabajo articulado con “otras instituciones porque el Estado no da a basto”.

La inauguración de una casa refugio en nuestra ciudad es una conquista, pero en los términos que es planteada resulta insuficiente y revictimizante. Pintar de violeta la residencia y mostrarla en medios de comunicación expone a las víctimas que busquen refugio allí a la posible persecución de los violentos. Aún más grave son los límites en la atención que brinda: el espacio solo puede dar albergue por 48 horas máximo, no cuenta con asistencia integral de ningún tipo y si la hay es voluntaria, garantizada por las mismas mujeres que se organizan en los barrios para hacer frente a la ausencia de políticas estatales. Necesitamos medidas urgentes, pero que den cuenta de una salida real a nuestra problemática y no de simples parches que motorizan más la campaña electoral del oficialismo que garantizar alguna respuesta a las mujeres y diversidades sexuales.

La situación que vivenciamos mujeres y disidencias sexuales, en cuanto a violencia de género, es crítica. En el 2021 han crecido exponencialmente las denuncias que recibe la Comisaría de la Mujer en nuestra ciudad, un 30% en relación a años anteriores en toda la provincia. La respuesta del Estado muchas veces es nula; son incontables los casos en donde las denuncias han sido desestimadas. Realizar una denuncia por violencia de género significa toda una odisea, y si se superar el desafío el seguimiento del Estado acaba en medidas insuficientes que no dan salida a la urgencia. La política de los botones antipánico coloca la responsabilidad en las víctimas, quienes muchas veces no pueden ni accionarlo, y cuando lo hacen no encuentran respuestas efectivas. Las Comisarías de la Mujer poco pueden hacer si no existe asesoramiento integral a las víctimas de violencia, terminando su accionar con la elevación de una perimetral que muchas veces el violento transgrede.

Mariano Arcioni, y también cada intendente municipal, usan las cuestiones de género para la campaña electoral pero lo cierto es que no se destina ni un centavo en presupuesto real. Las políticas al respecto han sido todas imposturas, que con el visto bueno del Ministerio de Mujeres y Diversidades de Nación, van maquillando de perspectiva de género políticas de ajuste que profundizan la feminización de la pobreza, atacando de lleno las condiciones materiales de toda mujer o persona del colectivo LGTBQ+ que no puede sostener la canasta familiar y mucho menos un alquiler. El Estado provincial, y cada municipio, no dan respuesta y muchas veces utilizan la situación de violencias de género para afianzar los vínculos del Estado con las Iglesias, dando concesiones a las mismas a cambio de que brinden la asistencia social ante la necesidades que el mismo Estado genera.

Una verdadera salida sería brindar no sólo un espacio de refugio, sino garantizar las condiciones materiales para que cada víctima pueda superar su situación de urgencia. Necesitamos asistencia integral y orientación a las víctimas de violencia y a sus hijos/as o personas a cargo. Un subsidio económico en los casos que no cuente con trabajo en blanco y estable. También capacitación laboral y educativa, junto con incorporación laboral efectiva. Por eso desde Plenario de Trabajadoras estamos impulsando una campaña en Puerto Madryn por la creación de centros de atención integral en violencias de género, que brinden un servicio integral y que sean supervisados por una comisión de control compuesta por mujeres y grupos LGTBQ+.

Sumate a dar impulso a esta campaña, para que nuestra ciudad cuente no solo con un espacio para alojar a víctimas en una situación de urgencia, sino también con atención gratuita y líneas telefónicas de emergencia las 24 horas, todos los días del año. Conformado por equipos interdisciplinarios (abogadxs, trabajadores sociales, psicólogxs, personal administrativo) contratadxs como planta permanente, bajo convenio colectivo de trabajo y de ingreso por concurso.

¡Vamos por centros de Atención integral en violencia de género en Puerto Madryn! Sumate a la campaña con Plenario de Trabajadoras.