En Misiones se produjo un escándalo cuando salió a luz que Rodolfo Barreto, funcionario camporista del PAMI, fue denunciado por violación a una joven trabajadora de limpieza de 18 años. Los hechos se dieron en la misma dependencia. Barreto es Director de Recursos Humanos, se desempeña bajo el mando de Marcela Crechuska, directora ejecutiva del PAMI.

Luego de la denuncia, se montó un operativo de encubrimiento y peor, de facilitamiento de fuga. Al día siguiente, Crechuska le dio licencia, que permitió que no asista a su puesto de trabajo los días lunes y martes, tiempo en el que aprovechó para mudarse y vender su auto y permanecer prófugo hasta el día de hoy que se entregó a la justicia. Desde la entidad niegan haber tenido conocimiento del hecho al momento de extenderle la licencia, pero remarcaron que luego de que se disponga a la justicia se evaluará si mantendrá sus funciones y su respectiva retribución salarial (Primera Edición, 25/8).

Tanto Barreto como Crechuska fueron premiados con sus puestos por ser punteros políticos, además, fueron candidatos a diputado provincial y concejala de Posadas (respectivamente) por el Frente Encuentro Popular, Agrario y Social para la Victoria (la expresión provincial del FdT en las elecciones distritales del pasado 6 de junio) y se encuentran cercanos a Cristina Britez, diputada nacional y referente del justicialismo en la provincia. Barreto tiene antecedentes de violencia desenvuelve su rol en un estado de permanente confrontación con sus subordinados (ídem). Ya hace un año, había tenido un episodio de violencia hacia un periodista que intentaba realizar una nota a Britez.

Más que nunca el Estado es responsable, no sólo por anidar un violento y violador en una institución pública, sino también por facilitar la fuga del denunciado y después intentar desentenderse de la situación. Debemos señalar también que este caso es resultado directo de la política punteril de los gobiernos, que recompensa a los punteros repartiendo cargos entre sus allegados, repercutiendo directamente en la joven.

En Misiones no es la primera vez que el poder político encubre un crimen misógino a una mujer obrera, como el caso de Taty Piñeyro y el de “Willy” Ríos, el de Marilyn Bárbaro. Esto profundiza el contexto de violencia y precarización hacia las mujeres trabajadoras. Este caso, en el que una joven de 18 años es violada, es eslabón de la cadena de violencias que terminan con una mujer muerta cada 22 horas en nuestro país a pesar de que ya vamos por casi 2 años del Ministerio de Mujeres.

La lucha contra la violencia en los lugares de trabajo y la precarización laboral están más vigentes que nunca. Es imperioso avanzar en la organización y movilización para reclamar por justicia y acabar con la violencia contra las mujeres trabajadoras. Invitamos a participar de la charla virtual que tendrá lugar el sábado 28 a las 15hs, con la participación de destacadas luchadoras de toda la provincia para organizarnos por el fin de toda violencia hacia las mujeres y disidencias trabajadoras.