Mujer

28/9/2017

Chaco: la Comisión Organizadora y sus complicidades con el gobierno y la Iglesia


En las últimas horas, la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres anunció el recorrido de la movilización: no pasará por la Casa de Gobierno, ni por la Catedral, ni por ninguno de los epicentros de la lucha de las mujeres en la provincia. No pasará, por ejemplo, por el Hospital Perrando, donde miles de mujeres sufren las condiciones de hacinamiento en la Maternidad, que llevan a parir casi literalmente en los pasillos.


 


La complicidad de la CO con el Gobierno ha quedado nuevamente en evidencia y también los motivos por los cuales violentaron la decisión mayoritaria de las mujeres en Rosario, que habían elegido como sede para este año la ciudad de Buenos Aires. La burocracia enquistada en la dirección del Encuentro había mantenido antes reuniones junto Capitanich y la mesa interreligiosa de la provincia. Desde esa comisión dominada por el PJ y el PCR-CCC lo único que salieron a afirmar es que “la naturaleza del encuentro es de debate y no de protesta”, violentando la soberanía del Encuentro y de las discusiones de las mujeres. Bajo esta sentencia al respecto de lo que las mujeres debemos hacer en el Encuentro pretenden evitar que el movimiento de mujeres tenga una instancia de lucha contra el ajuste, la violencia, la opresión y el oscurantismo religioso y de denuncia de las responsabilidades del gobierno respecto a los derechos de la mujer.


 


El confinamiento de la temática del aborto legal a talleres situados lejanamente y el silencio de las organizadoras al respecto es otra muestra del alcance de los acuerdos a los que ambos sectores políticos vienen llegando con el clero año tras año, siempre bajo el paraguas de los gobiernos de turno.


 


“Crisis de alojamiento”


 


La CO acaba de informar que ampliará el radio de alojamiento a 60 km de distancia del epicentro del ENM, un verdadero ataque y mal trato para las mujeres que deberán viajar hasta Chaco. Como denunciamos desde un comienzo, Resistencia no tiene la capacidad para alojar a las más de 50.000 mujeres que concurrirán al Encuentro. Era algo sabido desde antes de que se vulnerara la decisión de las mujeres de Rosario.


 


Frente a esta crisis, la comisión organizadora oculta la información, llegando incluso a impedir la asistencia a las reuniones, cambiando fechas y horarios acordados. En un acto de proscripción política grave, le impidieron a nuestra compañera la participación en la Comisión por pertenecer a una agrupación crítica de la conducción autoproclamada. De esta manera, el Encuentro que se proclama “antipatriarcal” recurre a los métodos más antidemocráticos: a las integrantes de esta comisión que usurpan la decisión de miles de mujeres no las eligió nadie, son el fruto de la confabulación de espacios políticos aliados al clero que se coaligan para impedir la expresión de lucha de las mujeres.


 


Militarización


 


La policía y la guardia municipal estarán encargadas del “orden” durante el ENM; esto es a cargo del ministro Nievas, que trata a las mujeres de fabuladoras respecto a las denuncias de secuestro y violencia. Es una policía de golpeadores, como en el caso de Aldana Torres, una joven que fue a bailar junto a sus hermanas y resultó agredida brutalmente por un efectivo que le dio una golpiza. Integrantes de la comisión organizadora desvían el eje planteando que podría provocarse una represión por la "autonomía" de las fuerzas represivas, cuando está a la vista que el que organiza todo el operativo es el Gobierno. Una verdadera infamia. 


 


Este escenario debe ser considerado a la hora de que el movimiento de mujeres se plantee la necesidad de avanzar en la independencia de los gobiernos y del clero, termine con esta burocracia al servicio de intereses enemigos de las mujeres y avance en la coordinación de un  Encuentro de debate y lucha, sin interferencias de ningún poder estatal.