Mujer

4/3/2020

Concentración en los Tribunales de Morón para reclamar justicia para Luna, víctima de abuso sexual

Bajo la consigna “¡Justicia para Luna!”, el viernes 28 de febrero se desarrolló una jornada de lucha frente a los Tribunales de Morón. Luna es una joven de 17 años que sufrió abuso sexual en la infancia perpetrado por su progenitor. Durante casi diez años, junto a Yamila -su madre protectora-, fueron forzadas por la Justicia a recorrer un proceso interminable que, además de revictimizarlas, garantizó la impunidad de su agresor.


La concentración frente a los Tribunales de Morón había sido convocada con el objetivo de acompañar a Luna en su declaración testimonial. La misma, dado que se trata de una adolescente de 17 años, se realizaría en Cámara Gesell, modalidad que establece un espacio cuidado que resguarda al niño, niña o adolescente de la renarración constante de una experiencia traumática, ya que registra la misma en video permitiendo posteriores análisis. La posibilidad de declarar en Cámara Gesell es un derecho que sólo asiste a las personas menores de 18 años.


Pero el día anterior Luna y su madre protectora fueron anoticiadas por la Fiscalía de la suspensión de dicha instancia. El motivo de ello fue la presentación 24 horas antes, por parte de la defensa, de un certificado médico con fecha del día 9 de diciembre. No siendo una condición necesaria la presencia de la defensa en esta instancia, esta suspensión constituye una nueva revictimización de Luna que ha manifestado su voluntad de declarar en Cámara Gesell y que se ha estado preparando psicológicamente para ello dese hace demasiado tiempo.


Ante este nuevo atropello, la convocatoria se centró en manifestar la profunda disconformidad con la decisión tomada y a exigir la inmediata asignación por parte del Juez de una nueva cita que se materialice antes de que Luna cumpla los 18 y pierda el derecho de declarar en las condiciones que ella solicitó al Juzgado. Para sorpresa de Luna y Yamila, la citación a declarar conforme a los términos en los que lo hace un mayor edad ya tenía asignada fecha y hora en el Juzgado para algunas semanas posteriores a que cumpla la mayoría de edad.


Este caso es un botón de muestra del derrotero que enfrentamos las mujeres en la Justicia cuando denunciamos violencia. Pone de manifiesto la poca voluntad de brindar a las víctimas y sobrevivientes un espacio de escucha que permita iniciar un camino de reparación a través de la obtención de Justicia. Cuando el Juzgado hace lugar a la estrategia pergeñada por la defensa del acusado por sobre el bienestar de la adolescente, da cuenta del entramado de impunidad que rodea a los abusadores y de la necesidad de organizarse de forma independiente del Estado para arrancar nuestros derechos.


La movilización de las organizaciones que se realizó en las puertas del Tribunal arrancó una nueva convocatoria del Juzgado con fecha 18 de marzo, para que tenga lugar la declaración en Cámara Gesell. Días después, se pasó para el 19 de ese mismo mes.


Párrafo aparte merece la mediática abogada Patricia Anzoategui, que representa al acusado, conocida por dedicarse con su agrupación “Mujeres Sanas” a desestimar a partir del falso SAP la palabra de les niñes y madres protectoras, encubriendo de esta forma abusadores.


Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero acompañamos a Luna y Yamila en su reclamo, como lo venimos haciendo desde hace 7 años junto a la campaña “Justicia para Luna”. También llamamos a movilizarnos las veces que sea necesario para que la voz de Luna sea escuchada en los términos en los que ella lo reclama. Llamamos a poner en pie una campaña que denuncie este flagelo judicial que atraviesan miles de mujeres cuando denuncian violencia contra ellas o sus hijes. ¡No nos callamos más! ¡Justicia para Luna!