Mujer

19/11/2014|1341

Conferencia contra la violencia hacia la mujer


A las mujeres luchadoras nucleadas en la Conferencia “Contra todo tipo de violencia contra las mujeres” a realizarse en la ciudad de Estambul el 15 de noviembre:


A pocos días de realizarse movilizaciones en todo el país, con motivo de conmemorarse el Día Internacional de Lucha contra todas las formas de violencia contra la mujer, en homenaje a las hermanas Miraval, asesinadas por la dictadura de Trujillo en República Dominicana, queremos enviarles un afectuoso saludo y felicitarlas por esta importante conferencia que han convocado.


Como organización que lucha por los derechos de las mujeres, debemos señalar que consideramos a esta Conferencia como una importante instancia de debate sobre un aspecto de la vida cotidiana sobre el que pocas veces se reflexiona. Y, en este sentido, saludamos con fuerza vuestra iniciativa.

Los y las representantes del régimen capitalista han acuñado la superficial teoría de que la violencia doméstica sería obra de una mala educación social que enfrenta a hombres contra mujeres, por su condición de tales. 

Sin embargo, un punto de vista socialista nos ofrece una caracterización que llega a la esencia del régimen social capitalista, ya que desnuda que esa violencia es una de las grandes herramientas de control social en la lucha de la burguesía por la preservación de su ordenamiento social y de sus intereses de clase.


La violencia doméstica forma parte de las reglas de los vínculos sociales capitalistas, de ninguna manera se trata de una conducta excepcional.

Conductas como la del “Monstruo de Amsteter” o las violaciones intrafamiliares tanto a las mujeres como a los niños, las agresiones verbales, la violencia psicológica y física no son más que las acciones que se deducen de llevar al extremo el “normal” desenvolvimiento social de las relaciones que el capitalismo ha forjado. El puño del hombre que somete dentro del hogar, cual patrón a sus empleados, no es más que la función social que el Estado capitalista le asigna a una parte de la sociedad para que pueda toda ser sometida. Una clase social tan minoritaria no podría de otra forma detentar el control social de las mayorías populares. El Estado capitalista, como promotor de estas relaciones, cierra el círculo de estos vínculos, a través de leyes y acciones que atribuyen a la mujer un carácter de minusvalía social, rol que luego servirá de caldo de cultivo para las agresiones. Es el Estado capitalista, el gran protagonista de la realidad de violencia que se vive dentro de los hogares. Las concepciones tales como la consideración de que la mujer es meramente un organismo reproductor, que posee menor inteligencia, que debe ser tutelada, en primer lugar por el Estado, están absolutamente vigentes, a pesar de los grandes cambios producidos a través de los años.


El matrimonio no es, dentro del régimen de explotación, la unión entre personas que se eligen, sino la expresión de esta realidad de sometimiento. La lucha contra la violencia doméstica tiene como premisa fundamental la lucha sin cuartel contra el Estado capitalista que la promueve y protege.


La barbarie capitalista se cierne sobre gran parte de la sociedad. La lucha que tenemos por delante, la violencia contra la mujer en todas sus formas y la pelea por su emancipación, forma parte de las grandes tareas de los revolucionarios, según nuestra consideración.


Desde Argentina, a pocos días de movilizarnos masivamente contra todas las formas de violencia sobre la mujer, esta perspectiva se ha expresado con fuerza en el último gran Congreso del movimiento obrero y la izquierda que reunió a más de 10 mil revolucionarios. En el Congreso sesionó una Comisión sobre la Mujer, con más de 200 delegadas presentes. Para el movimiento de mujeres es fundamental unir las reivindicaciones a la lucha política de fondo y en este camino nos encontramos embarcadas. La banca de la senadora Gabriela Cerrano en la provincia de Salta es un gran testimonio de la unidad entre la lucha reivindicativa y la transición política que estamos viviendo, ya que más del 30% de la población de la capital provincial ha elegido a nuestra compañera símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres. Desde el Partido Obrero, estamos empeñados en el desarrollo del Frente de Izquierda como un instrumento político de los trabajadores en general, y de las mujeres en particular. De a poco, grandes sectores de la población están confluyendo con la izquierda en este propósito.


Esperamos poder tomar lectura de las conclusiones.


¡Suerte en las deliberaciones compañeras! ¡Un saludo internacionalista para todas las luchadoras!


Vanina Biasi, dirigente de la Organización de Mujeres Plenario de Trabajadoras y del Partido Obrero


Gabriela Cerrano, senadora provincial – Salta


Cintia Frencia, diputada provincial – Córdoba


Plenario de Trabajadoras @pletrabajadoras


Partido Obrero en el Frente de Izquierda