En la tarde del miércoles 4 se llevó adelante una gran caravana verde por las principales calles del centro de la ciudad de Córdoba reclamando el aborto legal. La importante acción de lucha por este derecho elemental para las mujeres culminó con un pañuelazo frente al Arzobispado de la provincia.

La jornada, que se impulsó en varios puntos del país, remarcó la urgencia del #AbortoLegal2020, frente a los 8 meses de embustes del Ejecutivo Nacional acerca de un proyecto propio. A su vez, el proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal presentado en 2018 y que obtuvo media sanción en diputados, está a punto de perder estado parlamentario -el 20 de noviembre vence el plazo para dictaminar en comisiones.

De esta manera, se sigue postergando la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en un año atravesado por una grave crisis social y sanitaria, donde las mujeres son la principales afectadas dado que engrosan las tareas peores pagas y de mayor explotación. Para muestra están las empleadas domésticas y las enfermeras, cuyos ingresos son paupérrimos, o el ajuste escandaloso del gobierno de Schiaretti a la docencia, otro gremio de fuerte cohorte femenino.

Tampoco se puede desconocer la despiadada crisis habitacional del país que en Córdoba representa un déficit de 300 mil viviendas. Así, las precarias ocupaciones de tierras son la única salida para las familias, compuestas en su mayoría por mujeres en absoluta vulnerabilidad, hartas del hacinamiento, la violencia de género y los abusos intrafamiliares. Mientras, la Iglesia ha bloqueado durante años la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) obligando a mujeres y niñas violadas a parir.

Por eso es urgente el tratamiento del proyecto, no queremos más dilaciones. Con el Plenario de Trabajadoras hemos salido en cada instancia de lucha a pesar del fuerte bloqueo de las organizaciones feministas cooptadas por el gobierno. Alberto Fernández busca contener al movimiento y, en la provincia de Córdoba, el oficialismo le juega de aliado. Recordemos a la senadora Alejandra Vigo absteniéndose en 2018 cuando el proyecto pasó al Senado.

No obstante, la marea verde ya ha demostrado a nivel internacional la autenticidad de esta demanda. Confiar en un gobierno de estrechos vínculos con el clero, que ya tiene un historial de antiderecho (12 años de kirchnerismo sin que se trate siquiera el punto), solo nos hace retroceder. Defendamos el método de organización independiente y de movilización, por ese camino el aborto #SeráLey.