El martes 7/9, en horas de la mañana, Rosa Yolanda Romero, de 58 años de edad, fue encontrada sin vida en su domicilio, ubicado en barrio Villa Independencia, de Villa Carlos Paz. Según detallaron fuentes judiciales, la mujer fue encontrada por un familiar en su vivienda, tapada, con indicios de haber sufrido violencia y maniatada con alambre por la espalda, por lo que se constató que fue un homicidio. Si bien se aguardan las pericias pertinentes, para confirmar la causa de la muerte, los familiares sospechan que se trata de un femicidio.

Durante horas de la tarde, el hermano de la mujer dio a conocer detalles, en medios de comunicación de la localidad, que involucran a dos hombres que observó salir corriendo de la propiedad, minutos antes de encontrarse con tremendo cuadro. A esto se suma que el hermano de Rosa declaró que la víctima había recibido amenazas desde hace tiempo por parte de su expareja, de quien se había separado hace 3 meses.

En las últimas horas, a través del análisis de las cámaras de seguridad de la zona, la fiscal de la causa Jorgelina Gómez pudo identificar a tres sospechosos, aunque hasta el momento no hay detenciones y se siguen varias líneas de investigación.

Alta Gracia

Mientras tanto, amigxs, familiares y vecinxs de la ciudad de Alta Gracia reclamaron por las calles de la ciudad por la muerte de Agustina, una joven de 20 años que fue hallada sin vida en su vivienda, el martes 31 de agosto. Según declaraciones de sus allegados, la mujer era víctima de violencia por parte de su pareja, por lo que manifiestan que se trata de un femicidio.

La causa, que se encuentra en manos de la Fiscalía N° 1 de turno, está caratulada como “muerte de etiología dudosa”, mientras se investiga el perfil de las personas involucradas. Las mismas fuentes judiciales, dieron a conocer detalles de la víctima para desestimar que se trataría de un “acto criminal”, de un femicidio.

Dos hechos en una semana apuntan a un femicidio. Las declaraciones de familiares y amigxs, los antecedentes, parecieran ser motivos insuficientes para dirigir las investigaciones hacia allí. En lugar de esto, se sigue exponiendo y revictimizando a las mujeres, por parte de un sistema judicial misógino. Asimismo, vemos un grosero presupuesto colocado en la propaganda de la campaña oficialista de “Ellas por Córdoba”, que pasó a ser “Juan por Ellas y por Córdoba”. Sin embargo, el Ministerio de la Mujer es una cáscara vacía que se distingue por la falta de personal y la extrema precarización. Ni “ellas” ni el patriarca han establecido los recursos necesarios para atender la violencia hacia las mujeres y diversidades, que se agudiza en la provincia al calor de un ajuste que sostienen oficialistas y opositores.

La organización independiente de las mujeres y los familiares, es el recurso más poderoso que tenemos para exigir justicia por Rosa y por Agustina. Ni una menos, el Estado es responsable.