Esta semana se dio a conocer un fallo del Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 4° nominación de Córdoba Capital, en donde se dictaminó que la Clínica del Sol, a través de su personal ejerció violencia obstétrica hacia una paciente en el año 2016.

Daniela estaba embarazada de 6 meses cuando ingresó a la Clínica para dar a luz, lamentablemente su hija falleció en el parto. Daniela hace público su testimonio diciendo: “cuando pasó lo de mi hija me dijeron que vuelva a los 15 días a buscar los papeles de la autopsia, pero recién a los seis meses pude conseguir la historia clínica (…); después de 6 meses pude saber lo que pasó con mi hija”. Y agregó: “se reían en mi cara, me hacían burla, que para qué quería reclamar un feto”.

Las denuncias por violencia obstétrica han ido poco a poco incrementándose en Córdoba; el caso más resonante es el de Yanina en 2019, primer caso que llega a denuncia pública. Las condiciones en las que se materna, generalmente en soledad, evitan el acompañamiento adecuado en una situación de vulnerabilidad tan compleja para poder realizar las arduas tareas de cuidado que un recien nacidx conlleva.
Es necesario retomar el debate sobre la maternidad. Por eso nos solidarizamos con Daniela, Yanina, todas las que pasaron por esto.

Exigimos el derecho a parir en libertad, además del trato humanizado en el parto, luego de él, y en la atención a lxs recién nacidxs.

Además remarcamos nuevamente la necesidad de un Consejo Autónomo de Mujeres, que a partir de la especialización y un presupuesto acorde, pueda asistir y apoyar en forma integral a quien ha sufrido violencia de género en todas sus formas.