En la jornada del 3 de junio, bajo la consigna Ni Una Menos, tuvieron protagonismo político multitudes contra la violencia doméstica e institucional hacia la mujer, y su mayor expresión, los femicidios. Muchas organizaciones que vienen batallando desde hace más una década por la igualación de las condiciones de trabajo entre hombres y mujeres, la educación sexual científica y laica, y el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, contra todas las formas de violencia, entre otras reivindicaciones, se hicieron presentes.

 

Con esta movilización, que superó el intento de cooptación de gobierno e Iglesia, se abrió una nueva situación en relación con el movimiento de mujeres y la posibilidad de conquistas de sus reclamos.

 

Conforme datos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), en los últimos cuatro años se registró un aumento del 18% en la cantidad de mujeres violentadas que recurren en busca de asistencia. En este período se registraron 26.000 consultas, tan sólo en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. La Casa del Encuentro registró, durante 2014, 277 casos de femicidio, la consecuencia más extrema de la violencia contra la mujer. Muchos de esos casos habían sido denunciados previamente.

 

La movilización del 3 de junio significó un punto de inflexión. Incluso, la línea telefónica contra la violencia doméstica #144 aumentó desde entonces ocho veces la cantidad de consultas que recibe. Sin embargo, el gobierno nacional, la Justicia y los legisladores de los partidos patronales siguen demostrándose incapaces de abordar la problemática en toda su complejidad.

 

El Plenario de Trabajadoras, desde hace tiempo, acompaña a víctimas de violencia en la superación de su situación y su organización para la lucha contra este régimen social que las genera. En este marco, se inscribe la iniciativa que impulsamos, junto al PdT, las agrupaciones profesionales vinculadas con el Partido Obrero (Apel Abogados, Apel Psicólogos y Trabajadores Sociales en Lucha), conformando un equipo interdisciplinario para poner a disposición de esta lucha todas nuestras herramientas profesionales, tanto para la orientación de las denuncias como para la organización de charlas y talleres.

 

Sin pretender reemplazar al Estado en lo que deben ser sus funciones y responsabilidades, este equipo será un apoyo profesional para la tarea que desde hace tiempo realizan las compañeras del Plenario de Trabajadoras en cada barrio y lugar de trabajo en el acompañamiento.

 

Convocamos a todos los compañeros y compañeras especializados en el abordaje de situaciones de violencia a que se sumen a esta iniciativa.