Con motivo del día internacional de lucha contra la violencia hacia la mujer -el 25 de noviembre- ATE-Avellaneda y el Plenario de Trabajadoras organizamos en conjunto una charla debate. Participaron 32 compañeras. Estuvieron presentes compañeras de la Comisión Directiva de ATE-Avellaneda, delegadas y trabajadoras de los tres hospitales provinciales del distrito -Fiorito, Finochieto y Maternidad Ana Goitía-, auxiliares, jubiladas estatales y compañeras del Polo integrantes del Plenario de Trabajadoras. También se sumaron jóvenes colaboradoras de los comedores en los barrios y de ATE.

Como mujeres trabajadoras -que así nos reconocíamos todas- debatimos la problemática de la violencia contra la mujer, tanto en el ámbito familiar como en el social, y coincidimos en la necesidad de dar respuestas concretas a esta situación. Como describieron algunas compañeras en sus intervenciones, no se obtienen soluciones ni del Estado ni de la Justicia, y menos aún las famosas comisarías de la mujer, donde las mujeres tienen que soportar desde las burlas hasta el remanido “y vos qué hiciste para que te pegara”.

Planteamos cómo unir en un trabajo común los hospitales, el barrio, las escuelas; cómo tomar juntas el problema. Nos proponemos ir sumando más compañeras, por ejemplo en los hospitales, para que cuando llegue una mujer golpeada pueda ser acompañada por una trabajadora del hospital en los trámites y en la atención médica. También se habló de que muchas veces las compañeras necesitan apoyo psicológico, y hubo un planteo concreto: en el departamento de salud mental de la maternidad Ana Goitia existe un área específica de tratamiento de violencia. Vamos a hacer una gestión ante la médica jefa del Departamento, para que las compañeras sean derivadas y reciban atención allí.

Todas coincidimos en que la desocupación también es violencia, y debatimos sobre la situación de nuestros jóvenes y sobre la penetración de la droga en los barrios. Señalamos la connivencia de las fuerzas de seguridad con el negocio del narcotráfico, y que la policía utiliza a muchos jóvenes para que delincan para sus cajas. No quedaron ajenos a estas denuncias los punteros políticos, que también hacen su negocio en los barrios.

La compañera jubilada planteó la miseria que cobran también es violencia, que los mayores son violados y golpeados cuando los asaltan-, y cómo tienen que “padecer la burla de la Presidenta que anuncia la dádiva de los 350 pesos, cuando los paga con nuestra la plata”.
De la reunión surgieron varias resoluciones: resolvimos sacar un documento-volante sobre la violencia y difundirlo en una radio abierta en la Plaza Alsina. También llevar los volantes a cada uno de los hospitales, porque no ofrece la posibilidad de llegar a más mujeres. Organizaremos una charla con compañeras psicólogas. En diciembre convocaremos a una nueva reunión.

La charla-debate se convirtió en un importante primer paso para que las mujeres de Avellaneda nos reunamos y organicemos para responder a la problemática de la violencia.