Mujer

29/7/2015|1374

Derecho al aborto: los gobiernos nacionalistas con el Vaticano


Durante su gira, Francisco intervino en un debate continental sobre el aborto que fue relanzado de forma masiva por las organizaciones de mujeres que participaron del 3J en Argentina, México, Uruguay y Chile. El tema provocó una serie de choques con el sector clerical, que fomentó abandonar las marchas en las que apareciera esta consigna u organizar contramarchas “pro vida”.


Algunos analistas consideraron que el Papa no visitó Chile en rechazo al laicismo de Bachelet y al proyecto presentado en el Congreso para despenalizar el aborto en tres causales. De cualquier modo, en vísperas de la gira, la presidenta congeló el tratamiento a pedido de la Democracia Cristiana. Este país es uno de los pocos del mundo donde el aborto es ilegal en cualquier caso, una herencia de Pinochet. Este conservadurismo no tiene raíces en la sociedad chilena, el 69% de la población está a favor de una reforma que despenalice el aborto.


En Perú, el movimiento “Déjala decidir” recolectó más de 60.000 firmas para que se reconozca este derecho en caso de violación, en un país que ocupa el tercer lugar a nivel mundial por violaciones, la mayoría intrafamiliares. Ante la visita, el proyecto fue cajoneado por Ollanta Humala en medio de fuertes denuncias de la Iglesia católica contra la pareja presidencial por enriquecimiento ilícito.


América Latina ocupa el segundo lugar a nivel internacional por embarazo infantil y adolescente, estrechamente vinculado con la violencia y el abuso sexual. Con la oposición cerrada de la curia vaticana contra el aborto aún en caso de violación, en defensa de la familia tradicional.


La Corte Suprema de Colombia despenalizó el aborto en 2006 bajo tres causales, pero la práctica es obstruida por la proliferación de médicos objetores de conciencia. El gremio médico viene reclamando contra una reciente disposición del gobierno que prohibió la distribución de misoprostol, droga recomendada por la OMS para realizar abortos seguros.


El Papa alabó el papel de las mujeres paraguayas como sostén de familia, tal vez se refería a la “valentía” de la niña de 10 años obligada a continuar su embarazo, producto de una violación. Luego de la visita, el arzobispo de Asunción aseguró que “a pesar de los esfuerzos de una ‘corriente muy poderosa' que busca legalizar el aborto, la eutanasia y el mal llamado ‘matrimonio' gay, la Iglesia católica en ese país siempre defenderá la vida y la familia” (ACI prensa, 11/7).


El Episcopado argentino logró torpedear un limitado protocolo para la interrupción legal del embarazo, mientras que Aníbal Fernández declaró otra vez que no está en la agenda del gobierno el tema del aborto.


Entre los países con severas restricciones encontramos al bloque bolivariano. Venezuela, Ecuador y Bolivia sólo reconocen el causal riesgo de vida.


La mortalidad materna es tres veces más alta en países con leyes restrictivas. América Latina y El Caribe concentran siete de los nueve países del mundo donde el aborto está prohibido en cualquier caso.


En medio de una crisis mundial sin precedentes, la diplomacia vaticana ha sido elevada como rueda auxiliar de un imperialismo en impasse que la necesita para oprimir a las masas de Latinoamérica.


Los gobiernos nacionalistas que se reputan laicos se han arrodillado ante el Papa.