Mujer

12/10/2017|1478

[Editorial] Vamos por un Encuentro independiente de la Iglesia y los gobiernos

Para que las mujeres nos organicemos contra el ajuste, la violencia y por el derecho al aborto legal


Una vez más, el Encuentro Nacional de Mujeres reunirá a miles de mujeres de todo el país, de las más diversas experiencias y tradiciones de lucha, protagonistas de las grandes movilizaciones por #NiUnaMenos y por el conjunto de nuestro derechos, y del combate cotidiano contra los ataques expresados mediante las instituciones del Estado en los lugares de trabajo y estudio, en las barriadas y en el plano de las relaciones interpersonales. Mujeres que han colocado en el centro de la escena política nacional la denuncia de la responsabilidad del Estado en todas las formas de violencia que sufrimos, cuyo sustrato de fondo es el régimen social de explotación capitalista y de sometimiento de las mujeres como mecanismo de disciplinamiento del conjunto de la sociedad y de división de la clase obrera y los sectores oprimidos.


 


El potencial que debiera tener una instancia de este tipo está, sin embargo, condicionado por la política que pretende imponerle la Comisión Organizadora monopolizada por el PCR, que año tras año oficia de vehículo para la intromisión de los gobiernos y la curia en nuestros encuentros. En Chaco, el ENM se viene cocinando con probados enemigos de los derechos de las mujeres: curas, pastores y el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, hombre del PJ y de la Iglesia católica. 


 


Un cuadro social que, como en todo el país, se agrava con el ajuste y que es caldo de cultivo para el incremento de la violencia y todo tipo de vejámenes contra las mujeres. Chaco es la provincia de Maira Benítez, que está desaparecida desde hace ocho meses.


 


Que este año el Encuentro de Mujeres sea en Chaco, y no en la Ciudad de Buenos Aires -como se resolvió por la voluntad mayoritaria de las mujeres reunidas en el Encuentro del año pasado en Rosario- forma parte de un operativo de bloqueo al desarrollo de un movimiento de lucha. El desconocimiento de la elección de la Capital Federal como sede del ENM responde a una política consciente para sustraer el Encuentro y la irrupción de decenas de miles de mujeres con sus demandas del centro del poder político. La burocratización de quienes se arrogan la organización del ENM -sin haberse ganado genuinamente ese lugar en el terreno de la lucha por nuestros derechos- es un factor de bloqueo para que podamos avanzar en nuestras reivindicaciones.


 


En los talleres del Encuentro, fragmentados en múltiples temáticas, buscarán evitar que ningún planteo reivindicativo se extienda transversalmente: un método para impedir que el grito contra el ajuste o por el aborto legal se unifique a nivel nacional. Los organizadores también han pactado con el gobierno y la Iglesia el recorrido de la marcha que realizaremos por las calles de Resistencia, que comienza en el campus universitario y termina en un parque de la ciudad, evitando así que las mujeres se manifiesten frente a la casa de gobierno o la catedral, dos símbolos políticos de la oposición a otorgar a las mujeres los derechos reclamados.


 


Las maniobras, no obstante, tienen un límite. Las tendencias a la rebelión de las mujeres no se han diluido a pesar de los esfuerzos por sacarles de la calle en un año electoral. En el movimiento de mujeres anidan fuertes reservas para pelear por todos los reclamos postergados. En todo el país hay luchas que buscan un rumbo en medio de tantos ataques a los trabajadores en general y a las mujeres en particular.


 


La batalla del Plenario de Trabajadoras


 


Las compañeras del Plenario de Trabajadoras vamos a Chaco a batallar por un rumbo de lucha e independencia política para el movimiento de mujeres. Para enfrentar el ajuste y las reformas que cocinan para después de octubre. La reforma laboral -que el gobierno de Macri negocia con la burocracia sindical que responde al PJ, al masismo y al kirchnerismo- tiene por objetivo la destrucción de los convenios colectivos de trabajo y el reforzamiento de la precarización laboral, lo que golpeará con crudeza a las mujeres, que tenemos los trabajos peores pagos y más flexibilizados. A este plan de guerra de las patronales le oponemos la lucha por la igualdad salarial, el trabajo genuino y bajo convenio, la ampliación de licencias por maternidad y paternidad, licencias especiales por violencia de género, jardines materno-paternales en todos los establecimientos laborales, derechos sindicales para organizarnos en cada lugar de trabajo.


 


Nuestra delegación expresará también la lucha contra la reforma educativa (que pretende descalificar aún más la educación) en todos sus niveles, que docentes y estudiantes están enfrentando aguerridamente.


 


Plantearemos que la lucha contra la opresión de las mujeres requiere de la inmediata separación de la Iglesia del Estado, que el gobierno busca profundizar a cambio del salvavidas de la contención social ante el crecimiento de los agravios al pueblo trabajador. No hay grieta entre macristas y kirchneristas en materia de postración ante el clero, algo que las mujeres pagamos caramente porque implica el reforzamiento de principios oscurantistas y el cercenamiento de derechos elementales. Quienes gobiernan hoy y quienes gobernaron antes han sacrificado nuestras demandas en el altar de los acuerdos con el Vaticano. Precisamente por ello hace más de diez años que el aborto legal es cajoneado en el Congreso por macristas, kirchneristas, pejotistas y masistas. Un parlamento dominado por una clase social que defiende el aborto clandestino porque necesita mantener una tutela jurídica sobre las mujeres para disciplinar y regimentarlos. Este Encuentro de Mujeres debe discutir un plan de acción a nivel nacional, que apueste a nuestra capacidad de lucha y movilización para arrancar de una vez por todas el derecho al aborto legal, educación sexual laica y científica en todos los niveles educativos, y la separación de la Iglesia del Estado.


 


Vamos por el voto  de las mujeres que luchan al Frente de Izquierda


 


El Encuentro se realizará a apenas una semana de las elecciones legislativas, de modo que el debate sobre el rumbo del país estará más presente que nunca y atravesará todos los talleres y las discusiones. Las fuerzas mayoritarias del parlamento son las que le han votado más de 80 leyes del ajuste a Macri -que no podría haberlo logrado de otro modo porque cuenta con minoría de Diputados y Senadores. En el terreno de las demandas de las mujeres el PJ, el kirchnerismo, el massismo y el macrismo son corresponsables no sólo del cajoneo del proyecto de aborto legal, sino también de bloquear las demandas de aumento de presupuesto, asistencia a la mujer, reducción de la brecha salarial, extensión de licencias, entre otros puntos que forman parte del programa que despliegan las mujeres desde hace años, como el de desmantelamiento de las redes de trata.


 


El Frente de Izquierda integra sus listas con mujeres y hombres que en todo el país son protagonistas de la pelea cotidiana por desmantelar las redes de trata, por la aparición con vida de las desaparecidas, por legalizar el aborto y por conquistar la educación sexual científica y laica en todos los niveles educativos. Estas listas concentran al conjunto de los más destacados luchadores contra las burocracias sindicales de todo pelaje. Una estrategia signada por el punto de vista de clase y por la total independencia de nuestra lucha y organización ha permitido al PdT luchar sin límites por los derechos de las mujeres.


 


Debemos evitar la frustración de reclamar al Estado medidas que los gobiernos capitalistas no están dispuestos a tomar, proponiendo poner en pie un organismo propio que dirija las acciones que las mujeres encontramos necesarias para terminar con todas las expresiones de sometimiento material y simbólico. Un Consejo Autónomo electo por las propias mujeres, que establezca políticas y maneje el presupuesto adecuado para poder implementarlas.


 


El programa por el que luchamos las mujeres trabajadoras sólo lo expresa el Frente de Izquierda. Iremos a todos los talleres a plantear la necesidad de reforzar nuestra voz en el Congreso, el Senado y las legislaturas, con más diputados del Frente de Izquierda, que refuercen en el parlamento y en las calles nuestras demandas.


 


Reforzar al FIT es acompañar la experiencia política nacional que, sin ataduras con el Estado o con la Iglesia, se manifiesta en todos los terrenos por la defensa irrestricta de las mujeres.


 


Basta de femicidios. Basta de discriminación laboral. Aborto legal, seguro y gratuito. Vamos a este Encuentro Nacional de mujeres para poner en pie un movimiento de lucha que pelee por todas nuestras demandas. 


 


 


 


 


Foto: Mensareum fotografia