En el marco de un paro internacional de mujeres, tuvo lugar en Córdoba una masiva movilización que convocó a más de veinte mil personas bajo las consignas #NosotrasParamos#NiUnaMenos, abajo el ajuste, el Estado y los gobiernos son responsables.

 

La multitud que ganó las calles y las centenares de miles de trabajadoras que movilizaron el 8M demostraron que el operativo de vaciamiento de la burocracia sindical fue superado desde las bases. La intersindical conformada por 24 gremios, intentó arrogarse la representación de las trabajadoras para diluir las medidas de acción en el marco del paro, orientándolas en un sentido contrario al abandono de tareas. En el caso de la Unión de Educadores (UEPC), intentaron oponer "jornadas de reflexión" al paro en las escuelas. 

 

La lucha de la docencia contra el techo salarial de Schiaretti, que resolvió el paro del 6 y 7 de marzo con el no inicio de clases, fue un factor determinante en la convocatoria. Este gremio de amplia composición femenina, puso contra las cuerdas al gobierno y a la burocracia de la UEPC, resolviendo en asambleas de delegados un plan de lucha extensivo al paro internacional de mujeres del 8 marzo.

 

La enorme columna del Plenario de Trabajadoras-PO, de más de mil personas, fue el resultado de una gran campaña de agitación que recorrió cada rincón de la provincia, pero fundamentalmente fruto de una la batalla política que libramos por la independencia del movimiento de mujeres de las fuerzas políticas del gobierno y la impostura del las burocracias sindicales que intentan bloquear este desarrollo. Ninguno de estos sindicatos, en general ligados al kirchnerismo, convocó al paro. 

 

Denunciamos en las reuniones preparatorias de la marcha el intento de los sindicatos de maniobrar por arriba una adhesión lavada al paro, y asumimos con tenacidad desde nuestras agrupaciones clasistas la tarea de organizar activamente desde las bases el paro, mediante nuestros boletines, con reuniones y asambleas.

 

El Polo Obrero ocupó un lugar destacado en la organización de los barrios en momentos en que los despidos y el cercenamiento de las condiciones de vida azotan la provincia. Las delegadas fueron verdaderas agitadoras y organizadoras en la asambleas que marcharon masivamente por vivienda y trabajo genuino, incluso arrancando el financiamiento estatal del Polo Integral de la Mujer  de una decena de colectivos para garantizar la presencia de todas las compañeras, a contrapelo de los métodos  de punteros que regimentan los barrios.

 

Las jornadas de charlas  en la universidad sobre el origen obrero y socialista del 8 marzo y su vigencia actual, saldaron un debate central en cuanto a la independencia política de las trabajadoras, que para más, contó con la presencia de grandes luchadoras de la comisión de familiares de AGR Clarín y del Conicet.

 

Ante cada instancia, ofrecimos un programa de  salida propio, desnudando la imposibilidad de encontrar respuestas en un Estado capitalista responsable de las cifras récord de femicidios en la provincia. En  efecto, desde la banca del FIT-PO  presentamos el proyecto de la elección directa de un Consejo Autónomo de la Mujer, asimismo sobre la aplicación inmediata del aborto no punible, derecho suprimido hace cinco años en la provincia.

 

Esta contundente jornada de lucha protagonizada por las mujeres de la provincia será sin duda una bisagra en cuanto a los métodos y la organización de un movimiento cada vez más grande y poderoso, en donde se concentran las demandas más acuciantes de la población. Más que nunca tenemos la tarea revolucionaria de encauzar  y profundizar el carácter independiente de este movimiento para derrotar este régimen político.

 

Con esta perspectiva, vamos preparando el próximo Encuentro Nacional de Mujeres en el centro del poder político del país, contra el Estado y los gobiernos nacional y provinciales, responsables de la opresión de la mujer trabajadora.