El debate entre mujeres sindicalistas
Seguir
Compañeras docentes, del sindicato de Publicidad, del gremio del pescado de Mar del Plata, mujeres desocupadas, organizadas en el Polo Obrero o militantes del Partido Obre- ro, entre otras, participamos de las comisiones que abordaron la situación del movimiento sindical. El debate fue plasmado en una serie de conclusiones: nos pronunciamos por la libertad de los presos y presas por luchar, por el desprocesamiento de los luchadores populares, por romper con el FMI y no pagar la deuda externa, por un salario mínimo vital y móvil de 800 pesos, por llevar los planes de empleo a 360 pesos, por la reducción de la jornada laboral sin disminuir salarios para crear más puestos de trabajo genuino, por terminar con la flexibilización laboral.
Se denunció el fraude en el sindicato de la alimentación y se concluyó en la necesidad de echar a la burocracia sindical para democratizar la vida sindical, y poner en funcionamiento y fortalecer los cuerpos de delegados con mandato de asamblea.
Ante la miseria salarial de los estatales y el hecho de que el Estado emplea trabajadores en negro, y la responsabilidad patronal en las muertes de Río Turbio, privatizada mientras Kirchner era gobernador de Santa Cruz, se cuestionó a la CTA por no convocar a una lucha nacional. Frente al trabajo precario, la comisión se pronunció por el pase a planta permanente de los empleados monotributistas, pasantes, en negro, etc. con el mismo salario y condiciones de trabajo que el resto de los trabajadores.
La convocatoria a paritarias motivó posiciones por mayoría y minoría. Se denunció que el sindicato docente de Mendoza iba a paritarias a discutir condiciones de trabajo y no salarios, ya que el Ministerio de Trabajo las convoca para manipularlas junto a la burocracia sindical. Dirigentes de ATE, de sindicatos docentes de diferentes provincias defendían las paritarias y la libertad sindical. En contraste fue señalado que los trabajadores del Hospital Garrahan conformaron una intergremial, sumando a todos.
A continuación, la opinión de compañeras independientes del Taller N 28, “Mujer y Sindicato".
“En Mendoza las/los delegados nos opusimos a la privatización”
Mabel, trabajadora de Luz y Fuerza de Mendoza, integró una de las tres comisiones que componían este Taller.
“Yo expresé lo vivido en el proceso de la privatización y la gran desilusión que tuvimos en los dirigentes sindicales. Nos entregaron, mientras nosotros luchábamos, ellos negociaban nuestras cabezas. En una charla con el secretario general delante del Cuerpo de Delegados que yo integraba, manifesté abiertamente mi oposición a la negociación de personas. Eramos 1.490 en toda la empresa, y quedan 370. Con los despedidos -retiros voluntarios compulsivos, jubilaciones anticipadas negociadas por la secretaría general… y dicen que no hubo despedidos- se armó una empresa nueva y a la par microemprendimientos que en apariencia han funcionado hasta ahora y que, al tener tantas denuncias laborales, están por cerrar, dejando definitivamente en la calle a unos quinientos trabajadores.”
“Con relación al debate en la comisión, me pareció enriquecedor porque existen muchas problemáticas laborales y sindicales, tenemos que abrir nuestra mente para participar activamente y volver a tener dignidad. Me pareció bárbara la lucha de los compañeros de Neuquén para que no se privatice la empresa de electricidad, que no se entregue algo que le pertenece a la provincia, que va más allá de un gobierno. También saber de otras luchas, de los judiciales de Buenos Aires, de los maestros, lo que contaron de la denuncia penal por los mineros de Río Turbio que fallecieron, por la maestra de educación física de Neuquén que murió en la escuela en construcción; estos accidentes fatales se pudieron haber evitado.”
“Yo no ataco al sindicato, a la institución, quiero que prevalezca, que siga funcionando para defender a los trabajadores, que se ocupe legítimamente de sus bases.”
“Susana Rueda no representa a las mujeres, sino al poder”
También conversamos con Ana Ferreyra, de la Universidad Nacional de Tucumán.
“Yo quería que se denuncie a Susana Rueda por el mal comportamiento, por la incoherencia de querer llegar para robar. Que nosotros estemos medianamente bien porque tenemos trabajo no quiere decir que olvidemos que hay gente que se está muriendo por hambre. No queremos a Susana Rueda porque no queremos que alguien de nuestro género que carece de ideales se arrogue ser nuestra representante. ¿Acaso no tenemos derecho a la educación, a la salud, a ir al dentista, a poder comer, a vestirnos? Gente como Susana Rueda me avergüenza porque es una ladrona como West Ocampo, él la manda a apoyar a la patronal. A ella el Encuentro le parece ordinario, vulgar porque -según ella- las mujeres debemos acatar la mala conducta de estos dirigentes sindicales. ¡No tenemos que reunimos y debatir! No la queremos en la CGT, no nos representa a las mujeres trabajadoras: representa al poder, a la parte patronal.”