Mujer

16/10/2014|1336

El Estado, responsable de la violencia a la mujer


La intervención del Plenario de Trabajadoras en el Encuentro tuvo un punto alto en los talleres sobre femicidios. Junto a Ana Fernández, madre de Cintia Fernández, asesinada por un policía miembro de la división de trata de personas en 2010; también participaron la madre y hermanas de Abigail Antelo, de 16 años, asesinada este año en la frontera de Salvador Mazza y cuyo cuerpo fuera arrojado en territorio boliviano. El crimen de Evelia Murillo -maestra que fue asesinada por defender a una niña de un violador- estuvo presente en todos los debates, porque las mujeres se sintieron identificadas con ella, en tanto trabajadora y luchadora. 


 


La inacción del Estado es un denominador común en todo el país. No se ponen los recursos para la asistencia o se entregan subsidios miserables, tampoco hay presupuestos asignados para los refugios, el fracaso del botón antipático como medida de auxilio es completo. Muchas mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, cuestión que se agrava por el carácter conservador y misógino de la Justicia a la hora de condenar a los violentos. En los debates, se condenó al régimen político que sostiene la opresión de la mujer. También se debatió el rechazo al Código Civil y se colocó el repudio y el pedido de derogación en las conclusiones.


 


La ministra de Justicia, Pamela Calleti, había anunciado que participaría en el Encuentro “como mujer”. Pero ni se atrevió a poner un pie en la escuela: reculó al ver que había fracasado la intentona del gobernador Urtubey de “venderle” al Encuentro los anuncios publicitarios colocados en toda la ciudad, propagandizando la supuesta emergencia del gobierno a raíz de la violencia de género. 


En estos talleres, presentamos el proyecto de ley para habilitar la elección de jueces y fiscales en violencia de género por el voto de las mujeres. El planteo tuvo una amplia aceptación, y algunas mujeres plantearon impulsarlo en sus provincias. Esta simpatía encaja con toda la experiencia recorrida por las organizaciones de mujeres, que lograron imponer medidas transitorias como los refugios y el acompañamiento. Pero donde, al fin de cuentas, son las propias mujeres las que auxilian a las víctimas, mientras el Estado naturaliza la violencia con fallos absolutorios.


 


Los debates sobre la violencia a la mujer atravesaron todo el Encuentro nacional. Por unanimidad, resolvimos movilizarnos el 25 de noviembre a Plaza de Mayo y en todas las plazas del país.


 


Fortalecidas, las madres de las víctimas salieron de los talleres para participar de la marcha multitudinaria que recorrió la ciudad, entrando al casco histórico y a la plaza, donde todos los viernes se marcha contra la impunidad.