Mujer

5/11/2009|1107

El MST reclama “pluralismo” con el clero

En una nota de balance firmada por Carolina Dome, el MST destaca que el Plenario de Trabajadoras, entre otras agrupaciones, jugó un papel divisionista porque decidimos retirarnos de los talleres copados por la Iglesia. La presencia del MST en el ENM fue irrelevante en número, como se pudo comprobar en la marcha del domingo, y por esa misma irrelevancia pueden afirmar que la Iglesia sólo estuvo en los talleres relativos a la cuestión del aborto.

El MST deliberadamente ignora que la Iglesia intervino con todo un aparato entrenado de hombres (afuera) y mujeres (adentro), con el respaldo de la policía y los servicios, para imponer su punto de vista reaccionario sobre los derechos de la mujer. Para el MST, “la necesaria pluralidad” es un principio absoluto, por eso sostienen que “la Iglesia como institución sólo podrá quedar relegada en los Encuentros en la medida en que sea derrotada políticamente, y no halle un espacio para ganar base social”; o sea, tenemos que aguantar que el Encuentro de la Mujer se convierta en un arma de agresión contra los derechos de las mujeres. El pluralismo que defiende el MST es reaccionario y oscurantista. Los intentos de infiltración o copamiento por parte de la Iglesia o el gobierno tienen que ser enfrentados de manera contundente, como lo hicieron las organizaciones en varios talleres en el último Encuentro, y que no fue más contundente por el papel del PCR y, ahora sabemos, también del MST, que se quedaron en el campo de los talleres clericales.

Encuentro

El MST minimiza la lucha que se entabló contra la Iglesia (desde ya que donde hubo roce físico el MST estaba oculto) al lograr expulsarla de los talleres, como ocurrió en la Escuela Mármol, y donde el PCR le hizo de guardia para que se pudieran retirar. Es significativo que en toda la nota no haya ninguna referencia a la conducta del PCR, y ahora nos venimos a enterar que el MST tuvo la misma política permisiva con la infiltración clerical.

“Además –dice el MST– nos parece un error retirarse sin debatir para incorporar en las resoluciones del Encuentro un claro pronunciamiento a favor de la lucha de las trabajadoras de Terrabusi, de las autoconvocadas de la salud de Tucumán” Es un caradurismo y un macaneo. El Plenario de Trabajadoras tuvo una de delegaciones más numerosas del Encuentro y dio la batalla por la solidaridad con Terrabusi en todos los talleres y en el acto solidario. El MST, de manera divisionista, en cambio, estaba realizando una charla fuera de la agenda del Encuentro con Vilma Ripoll y una delegada autoconvocada.

Finalmente, la articulista termina confesando su agachada clerical al sostener que “centrarse exclusivamente en acusar a la Iglesia es evadir la necesaria denuncia al gobierno nacional, el principal responsable, junto a otros partidos del sistema, de la prohibición y penalización del aborto. La Iglesia es un eslabón más en este sistema capitalista, por lo que la reivindicación de un modelo social distinto se vuelve imprescindible”. Lo de evadir la denuncia del gobierno es una injuria, pues todo el tiempo el Plenario de Trabajadoras denunció el frente de la Iglesia con Alperovich. El MST encubre que la Iglesia fue el principal instrumento en el Encuentro de la reacción capitalistas contra los derechos de la mujer.