Mujer

5/3/1998|575

El segundo Plenario de la Mujer Trabajadora convoca al Día Internacional de la Mujer

Más de 90 compañeras se reunie­ron en el segundo plenario autoconvocado de mujeres trabajadoras. Allí es­tuvo presente la situación de miseria social y opresión que viven las mujeres explotadas como así también su lucha, la intervención decidida y el esfuerzo por organizarse y superar las poster­gaciones de este sistema explotador.


Desde la compañera de la comisión de esposas de trabajadores de Edito­rial Atlántida, que trasmitió su viven­cia de ama de casa frente a la situa­ción de su compañero despedido y por la defensa de su puesto de trabajo; desde la más simple acción de reunir­se con las otras mujeres en la misma situación y “comprometerse a no llorar” y sobrellevar la angustia y el miedo para poder apuntalar la orga­nización en puerta de fábrica, hacer piquetes en otros talleres, cortar la ruta, sostener la olla popular, e inter­venir con su denuncia en los medios de comunicación.


O la compañera de la comisión de inundados de Villa Adelina, que se presentó como ama de casa que traba­ja las 24 horas, sin horas extras ni vacaciones y que expuso la situación de miles de vecinos: “el agua no pide permiso: entra, contamina y des­truye todo”.


O una empleada doméstica de Avellaneda que denunció que el sindicato les pide un mínimo de horas para afiliarlas, que las patronales no les dan, y reclamó que los patrones pa­guen los aportes jubilatorios y la obra social que hoy recae sobre ellas y sus reducidos salarios. Y que informó también que si una empleada domés­tica se embaraza es despedida auto­máticamente.


O la voz de las mujeres de Laferrére, que se están organizando en reclamo de bolsas de alimentos que les permitan sobrevivir y se organi­zan para defenderá una joven golpea­da por su pareja.


O las mujeres del Bajo Boulogne que han comenzado a reunirse y debatir temas como el aborto, la anticoncepción y el problema de las guarderías.


Las mujeres que estuvieron pre­sentes en el plenario anterior infor­maron de las diferentes tareas que están llevando adelante para poner en pie comisiones en sus barrios y para difundir la realización del acto del 6 de marzo y comprometer a otras mu­jeres a participar. ,


Las compañeras delegadas del Centro Gallego nos informaron cómo están luchando contra la flexibilización laboral y la persecución a los activistas gremiales y la necesidad de reforzar la movilización por el cese de otras 500 causas a luchadores gre­miales y políticos.


Este plenario y las voces y expre­siones que allí se oyeron demuestran el acierto y la necesidad de organizar un movimiento autónomo, propio de las mujeres explotadas, y que dicha organización es la llave para arrancar todas las demás reivindicaciones. La continuidad de esta organización está garantizada por la convocatoria a un nuevo plenario de la mujer trabajado­ra para el 3 de abril en el mismo lugar: sindicato de molineros, Méjico 2070, Capital.


El 6 de marzo en la plaza del Con­greso se levantará la primera tribuna de las explotadas y, no es un hecho menor, será la presentación en públi­co de este movimiento de mujeres de la clase obrera.


Ni las diputadas que se enorgulle­cen del “30%”, ni sus partidos, ni los dirigentes sindicales, ni siquiera aquellos que reúnen a gremios mayoritariamente femeninos realizarán un acto en defensa de los derechos de la mujer: esta autoconvocatoria de la mujer trabajadora se erige como el único acto de lucha con motivo del día internacional de la mujer.


Así este acto será una tribuna de denuncia, de repudio a la agresión im­perialista a Irak y al bloqueo a que condena a sus mujeres y niños, a la inanición. Será una tribuna contra los genocidas y sus encubridores, pues re­clamará la derogación de la Ley de obediencia debida, del punto final y el indulto. Será una tribuna para profun­dizar la ludia contra las persecuciones a los luchadores populares, contra el gatillo fácil. Será el puntapié inicial que nos permita luchar contra la flexibilización laboral, contra la desocupación, por el derecho al aborto, la anticoncep­ción y la fertilización asistida gratuitos.


Las oradoras de este acto, votadas en plenarios, son luchadoras de dife­rentes frentes, alzarán su voz en nom­bre del plenario de mujeres trabajado­ras y convocarán al conjunto de los explotados a combatir contra este sis­tema opresor y terminar con la discri­minación, los abusos y la miseria.