Un grupo de docentes de Villa Mercedes (San Luis), distribuyó en el XI Encuentro Nacional de Mujeres un documento —bajo la firma de Comisión de Docentes: Educación en crisis—, donde denuncian al gobierno provincial por haber declarado un “Estado de Emergencia Educativa que suspendió gran parte de los derechos adquiridos en nuestro Estatuto del Docente”. 

Simultáneamente, denuncian gastos millonarios para ‘ornamentar’ superficialmente la provincia, ante el encuentro “de presidentes del Mercosur, que estarán sólo un rato en la ciudad de San Luis para firmar el convenio… en tanto nosotros, ‘en emergencia’ , tenemos las escuelas sin maestros, ya que no se contemplan suplencias…”. 

Las compañeras han denunciado “que el Bloque Justicialista de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados ha pergeñado un anteproyecto de Estatuto del Docente, gracias al cual: —los dos primeros ciclos de la EGB perderían los maestros especiales, bibliotecarios y ordenanzas… a estos últimos los reemplazaría una empresa privada. La escuela que desee contar con maestros especiales… deberá pagarlos mediante la Cooperadora; la buena conducta, moralidad, no desempeño de actividades indecentes o que alteren el orden público es mencionado en varias oportunidades como requisito para el ingreso y la permanencia en el sistema educativo; la estabilidad en el cargo dependerá de las ‘necesidades del sistema educativo’, quien podrá dar al docente un nuevo destino dentro del ámbito provincial (!). Si éste se opone… es expulsado del sistema…”. Y  ‘otras lindezas’ , como dicen las compañeras (reducción del aporte de antigüedad, que antes alcanzaba al 120% a los 20 años, ahora llegaría al 80%, etc.).

Las compañeras denunciaron que “a esta situación se suma el hecho que el único gremio reconocido: AMPPYA (al cual está afiliado sólo el 10% de los docentes) es totalmente genuflexo ante el poder”.

Las compañeras afirman haberse organizado como “un primer paso de una lucha que deberemos continuar”, no sólo en el ámbito provincial sino también nacional. Su participación en el XI Encuentro Nacional de Mujeres tuvo, como uno de sus objetivos, el de usar el mismo como un foro para denunciar la destrucción de la educación estatal en San Luis.