Mujer

19/4/2020

Florencio Varela, otro femicidio en cuarentena

PdT Florencio Varela

El parte diario por la pandemia mundial se mezcla tristemente con el reporte de los femicidios locales que no paran de crecer.


Esta vez es el caso de una vecina de Florencio Varela. Paola Ferreyra fue asesinada por el padre de sus hijos, Mario González, de un disparo en el rostro. El asesino se dirigió a la vivienda de la víctima con la excusa de llevar alimentos y tras asesinarla huyo salvándose de un linchamiento.


Si bien el femicida no tenía denuncias previas en su contra, en el entorno de Paola afirman que sufría maltratos por parte de González.


Este caso que nos conmueve pone de manifiesto que la violencia hacia la mujer y las disidencias forma parte de una serie de vulneraciones contra la clase trabajadora. Y en la medida en que el déficit de recursos materiales, humanos y económicos sea un obstáculo para las mujeres maltratadas, el Estado revictimizador es cada vez más responsable. Mientras la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, anuncia que los casos de femicidio no representan un aumento con referencia a otros años e impulsa el sistema de “barbijo rojo”, las mujeres de los barrios son las que toleran y resisten la incapacidad de un régimen que no escucha, no asiste y no soluciona los problemas de fondo.


Es por eso que debemos impulsar un Consejo Autónomo de Mujeres, independiente de los gobiernos de turno, con orientación de clase, en defensa de las mujeres y disidencias, promulgando la separación de la Iglesia y el Estado, para garantizar las condiciones de la mujer trabajadora.


Exigimos poner en pie acciones concretas; activar refugios para mujeres y sus hijos víctimas de violencia, con el resguardo efectivo y control de perimetrales, ejerciendo el derecho y la protección jurídica y un abordaje integral a las mujeres precarizadas, seguro de $30.000 para las mujeres víctimas de violencia y para eso es necesaria la suspensión del pago de la deuda. La deuda es con las mujeres.


¡Justicia por Paola!