En el marco de la presentación por octava vez en el Congreso de la Nación del proyecto de ley por el aborto legal, seguro y gratuito, se realizó un masivo pañuelazo en la localidad rionegrina de Cipolletti. Este fue precedido por un inmenso 8M y la contundente movilización que logró la condena del ginecólogo anti-derechos Leandro Rodríguez Lastra, que se negó a realizar un aborto no punible en el hospital de la localidad a una nena violada.

La marea verde desbordó las calles de Cipolletti y marchó por las arterias centrales de la localidad. La masiva columna se mantuvo unida durante la mayor parte de la marcha, pero fue cuando se acercaba a la Catedral que se produjo una división. De manera arbitraria, el kirchnerismo-peronismo, el Movimiento Evita y el MST decidieron romper la columna y evitaron pasar frente a la Catedral (en consonancia con los lazos de los primeros con el clero).

El movimiento tiene una gran impronta juvenil. Desde el Plenario de Trabajadoras luchamos por la independencia de dicho movimiento, por un lado de los partidos patronales que tienen lazos con el clero y que han demostrado tener sus representantes en el movimiento; pero también del feminismo burgués, que pone el foco en una lucha de géneros, y no de clases.

En un cuadro de ataque capitalista contra las masas, el movimiento de mujeres tiene que encarar la lucha contra Macri y los gobernadores, contra el régimen del FMI.

Hacia el 3J (aniversario del Ni Una Menos) y un nuevo Encuentro Nacional de la Mujer, este debate será central para un movimiento que debe reclamar la separación de la Iglesia del Estado.

Planteamos avanzar hacia una consulta popular vinculante que decida, y no dejar la cuestión librada al accionar de los partidos patronales, donde opera activamente el clero.

Durante la marcha, Leticia Avila, docente e integrante del Plenario de Trabajadoras de Río Negro (candidata a concejal en las próximas elecciones del 23 de junio), planteó que  “la gran concentración en las inmediaciones del Congreso y en todo el país se colocó como un primer gran paso en esta nueva etapa de tratamiento parlamentario, para conquistar con la fuerza de la movilización este derecho impostergable”.