Mujer

2/11/2020

ABORTO LEGAL

Gines González García en Neuquén y una confesión sobre el aborto legal

Volvamos a ganar las calles por este derecho.

Plenario de Trabajadoras Cutral Co-Plaza Huincul

El ministro de salud en conferencia de prensa en Neuquén

En su visita a las provincias de Neuquén y Río Negro la semana pasada, Ginés González García emitió declaraciones que deben ser consideradas fuertemente por el movimiento de mujeres que lucha por el aborto legal. Al ser consultado sobre el proyecto para legalizar el aborto voluntario, el ministro de Salud recordó que lo apoya, pero aclaró que “el presidente es el que decide el momento oportuno” y sostuvo que es un tema que “todavía tiene demasiados inconvenientes, con muchos fanatismos” y “debería ser una discusión más madura”. Las declaraciones representan un salto en la negativa del gobierno al tratamiento del proyecto de aborto legal. Entre estas excusas del gobierno, el verdadero inconveniente es que las mujeres siguen muriendo por la clandestinidad del aborto, algo que se ha exacerbado aún más con la pandemia.

Mientras el funcionario hacía estas declaraciones en Neuquén, en Guernica se reprimía brutalmente, desalojando a mujeres trabajadoras, algunas a cargo de sus familias. Muchas de ellas se quedaron sin trabajo durante la pandemia, otras tantas con salarios miserables que no llegan a pagar el alquiler. Otro gran porcentaje encontró en Guernica la posibilidad de escapar de situaciones de violencia de las cuales eran víctimas. Las organizaciones de mujeres vinculadas al gobierno han mantenido silencio frente a esta situación, así como con el proyecto de la campaña.

La lucha por el aborto es una urgencia, una necesidad, inseparable de la lucha por las condiciones de vida de millones de mujeres que no tienen acceso a la salud, a la vivienda, a salarios dignos, a ejercer a un derecho pleno de la maternidad y un derecho esencial, tierra para vivir.

En este cuadro, resulta necesario volver a ganar las calles para conquistar el aborto legal, seguro y gratuito e ir a fondo por la separación de las iglesias del Estado. Un triunfo en este terreno asestaría un fuerte golpe a instituciones que educan en la resignación y en la discriminación hacia las mujeres y diversidades sexuales, y dejaría en mejores condiciones al conjunto del movimiento popular para luchar contra la ofensiva del gobierno y las patronales.

Ya no hay lugar para dilaciones, es ahora, es urgente.