A primeras horas de la mañana, Almirante Brown despertó convulsionado con la noticia del asesinato de una joven embarazada de la localidad de Glew. Pronto la historia tomó relevancia nacional.

 

Una vez más, Almirante Brown es centro de las miradas nacionales por el asesinato de una mujer. En esta ocasión, se trata de una joven embarazada que habría sido asesinada en la casa de una pareja amiga, mientras cuidaba a cinco niños. Nuevamente, una mujer muere en Brown por su condición de género. Lejos de ser casos aislados, tienen que ver con una situación generalizada donde abunda mucha demagogia y discurso oportunista y faltan políticas concretas para terminar con la violencia de género.

 

La bronca de los vecinos de Ayelen se expresó en un ataque furibundo sobre la comisaría séptima de Glew, lo cual no es arbitrario: vivimos en un municipio en el que a partir de la premisa engañosa de "más policía, más seguridad", ha militarizado los barrios populares como en el que fue asesinada la víctima, pero eso sólo sirvió para perseguir y amedrentar a los trabajadores y a la juventud, no para evitar delitos aberrantes como este. 

 

Es necesario en los barrios poner de pie una  organización de mujeres independiente del Estado para terminar con este flagelo. Desenmascaremos la política demagógica, represiva e inconducente de los gobiernos municipales y provincial que no solucionan nada, por el contrario, son cómplices.

 

Justicia para Ayelén. Ni una Menos.