Mujer

11/3/2010|1119

Gran jornada en defensa de las mujeres trabajadoras

Miles de mujeres nos movilizamos en todo el país reclamando el No pago de la deuda, aumento de salarios indexados y trabajo genuino. En la Capital, una gran marcha de Congreso a Plaza de Mayo terminó con la lectura de un documento común consensuado por más de veinte organizaciones. Fue un frente común entre las trabajadoras ocupadas, desocupadas, estudiantes, amas de casa, luchadoras sociales que estuvimos presentes denunciado tanto al gobierno como a la oposición, que pretenden ajustar al pueblo explotado pagando a los usureros. El Plenario de Trabajadoras tuvo la columna más numerosa de la jornada, movilizando a compañeras que por primera vez salían a la calle un 8 de marzo. Cuando la marcha pasó por la Catedral, un masivo silbido se escuchó en repudio al clero y se generalizó el cántico: “Sí señores, sí señores, prohíben el aborto los curas abusadores, de menores”.

Mientras las trabajadoras salíamos a las calles solidarizándonos con los pueblos de Haití y Chile, Cristina Kirchner les rendía homenaje a las mujeres integrantes de los “Cascos Azules” que están establecidos en Haití, no como una “misión de paz” sino como un órgano de represión y persecución del pueblo haitiano. Esta es la refutación más clara de la idea de que el 8 de marzo es el día de “todas las mujeres”.

“Las luchadoras les copamos la plaza una vez más”, se oyó desde la tarima al finalizar la lectura del documento. No sólo en alusión al gobierno, sino también dirigido a las burocracias sindicales por el claro abandono de nuestros derechos, el pacto con las patronales y la total integración con el gobierno nacional, denuncia que estuvo presente en los cánticos de las compañeras.

Una mención aparte merece la acción rupturista del movimiento feminista que coquetea con una política de conciliación con sectores del gobierno o de la oposición. Organizaciones feministas, ATE, el PCR, la CCC y otros, junto a la diputada kirchnerista Lubertino y otros personajes convocaron a una movilización paralela, a la misma hora, en un claro boicot a la marcha unitaria que realizaron más de veinte organizaciones de mujeres, sociales y políticas. Seguimos llamando a la unidad del movimiento de mujeres sobre la base de conservar la independencia política de nuestros intereses.