P: ¿Qué rescatás de la experiencia en la escuela 154, de Bariloche?

R: El haberlas encontrado fue algo muy hermoso, tener compañeras luchadoras en Neuquén. Las jujeñas coincidimos con sus reclamos porque estamos sufriendo esta inmensa crisis social que viven nuestras familias, jóvenes, jubilados y niños. Nosotras, que somos afiliadas de ATE y Upcn y somos víctimas del arreglo burocrático que realizan los dirigentes con el gobierno, nos vimos obligadas a crear el Sindicato de Mujeres Jujeñas, para salir a la calle a exigir nuestros derechos. Jujuy sufrió un alto porcentaje de desocupación, a raíz de las privatizaciones de los Altos Hornos Zapla, Agua y Energía, Banco de la Provincia de Jujuy, Mina Pirquitas y ahora la quiebra del ingenio azucarero “La Esperanza”, que nos ha llevado a realizar cortes de ruta. Actualmente, los hospitales están sin medicamentos y con la amenaza de la autogestión, la mayoría de los obreros trabajan en negro y por 150 pesos, tenemos un alto índice de niños desnutridos y de niñas adolescentes prostituidas. Por toda esta aberración que vivimos, debo decirles que el plan de lucha debe extenderse.

Con respecto a la experiencia en la escuela 154, con el Plenario de Trabajadoras he visto un grupo muy unido, responsable y, ante todo, con un gran espíritu de lucha.

P: ¿Qué balance hacés del Encuentro?

R: A pesar de algunas vicisitudes, tuvo un resultado muy positivo, demostrándoles a todos qué es lo que queremos con nuestras luchas, año tras año.

P: ¿Por qué distribuiste los volantes del Plenario de Trabajadoras?

R: Porque contienen toda la verdad. Para que las mujeres lo lean y se animen a acompañar y hacer valer sus derechos uniéndose al Plenario. Para luchar contra la violencia hacia la mujer debemos salir a las calles, movilizarnos y convocar a otras organizaciones.

Muchas gracias a todas, un abrazo.