Mujer

26/7/2018

Hospital Baigorria: la lucha de los profesionales para garantizar el derecho al aborto seguro, legal y gratuito

Sec. General JI Hospital Baigorria

En medio del redoblado lobby clerical contra los profesionales que defienden el derecho al aborto, se produjo en Santa Fe una inusitada campaña mediática contra una médica que trabaja en el Hospital Baigorria (público, al norte de Rosario) por garantizar un aborto legal que derivó en serias complicaciones, a consecuencia del retraso en la atención de la paciente resultante de la negativa del Hospital Iturraspe, donde recurrió en primera instancia, de asistirla.


La víctima de la campaña de agravios es la Dra. Sandra Fornia, que pertenece a la red que coordina la realización de la interrupción legal del embarazo (ILE) del Ministerio de Salud de la Provincia, quien tuvo que intervenir personalmente en el Iturraspe (ubicado en la capital de Santa Fe, a un par de horas de distancia) para garantizar que se practicaran dos abortos cuyas causales estaban incluidas en el Protocolo para la Atención Integral de personas con derecho a la ILE elaborado por el Ministerio de Salud de Santa Fe.


Frente a la negativa de todos los médicos del servicio de ginecología del Iturraspe de atender a las  mujeres que cursaban un aborto, la Dra. Fornia se trasladó para garantizar la atención médica de las pacientes.


Seiref es Ellena


Los médicos denegaron realizar la práctica apelando a la objeción de conciencia que rige en ese servicio del Iturraspe, donde por designio del director de ginecología, el Dr. Seiref no hay lugar para los médicos no-objetores.


Seiref perpetúa el bloqueo de los abortos legales mantenido por su predecesor en el cargo, el doctor Ellena, quien dejó morir a Ana María Acevedo hace 11 años en el mismo hospital. La joven de 19 años, mamá de 3 hijos y empleada doméstica, tenía cáncer y no recibió rayos porque cursaba un embarazo incipiente. Esta decisión culminó en la muerte de la joven y de la criatura, que no sobrevivió. El Comité de bioética del Iturraspe decidió anteponer el embarazo al derecho a la vida de Ana María, una decisión que fue tomada de conjunto con la jerarquía católica del norte santafecino, con un cura acusado de abuso sexual a menores, interviniendo directamente en las decisiones de dicho Comité -como denunció Norma Cuevas, la mamá de Ana María, durante las audiencias por el aborto legal en el Congreso de la Nación.


No a la injerencia de la Iglesia en la salud


Quien encabeza la denuncia pública contra la Dra. Fornia, es el Dr. Raúl Dellafontana, presidente de la  agrupación “Ramón Carrillo”, que viene impulsando un fuerte lobby para que los hospitales declaren la objeción por ideario institucional, en consonancia con la presión de los pulpos clericales de la salud para que se legalice la actual violación de la ley que ya aplican en los casos de abortos no punibles. El hostigamiento, incluidas amenazas contra las organizaciones de mujeres, apunta a que en caso de que la objeción institucional no prospere, no haya ningún profesional que practique abortos, bloqueando de hecho la práctica -como sucede en el equipo de ginecología del Iturraspe.


Las y los profesionales nos pronunciamos por el derecho a la vida de las mujeres


Por todo esto, desde la Junta Interna del Hospital Baigorria convocamos una reunión abierta en la que, además de expresar nuestra solidaridad con la médica acusada -que no hizo otra cosa que lo que correspondía profesional y éticamente- salimos a repudiar la persecución, el hostigamiento y las amenazas que se desatan sobre aquellos profesionales que defienden el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Asimismo denunciamos a las direcciones clericales de los hospitales y sanatorios  cómplices de obstaculizar la práctica.


Las compañeras que fueron tomando la palabra durante la reunión sindical destacaron además la importancia que está cobrando la campaña por la separación de la Iglesia  del Estado, que tiene que efectivizarse en el fin de la intervención de las iglesias y sus idearios opuestos a la salud pública en los hospitales, y la necesidad de la implementación de la ESI (Educación Sexual Integral) sin injerencia de la iglesia, con la creación de los cargos docentes necesarios en la escuelas.


Se votó además la participación en la asamblea convocada por la Red de Profesionales por el Derecho al Aborto que se llevará a cabo el jueves 26 de julio en Rosario, llevando  un contundente apoyo a nuestra compañera Sandra Fornia y un total repudio al accionar de la CGT -que declaró que no van a financiar con plata de nuestras obras sociales el aborto, una bravuconada de una burocracia aliada al Papa. Además, llevaremos una moción para exigir que la CTA postergue las elecciones de la central previstas para el 8 agosto, que se hará de espaldas a una de las movilizaciones populares más importantes que están planteadas –en sintonía con ello, la conducción de esta central está en algunos lugares del interior bloqueando la movilización de las mujeres ese día. Por eso, las mujeres clasistas decimos que la lucha por los derechos de las mujeres es también la lucha contra la burocracia sindical.


Quienes defendemos la salud pública, el derecho al aborto seguro, legal y gratuito, las condiciones de trabajo y el salario, vamos a intervenir en las elecciones de la CTA a través de una lista antiburocrática, la Multicolor, porque necesitamos recuperar las organizaciones obreras para organizarnos para pelear por nuestras demandas, con independencia de las conducciones sindicales burocráticas que privilegian sus pactos con los partidos de Estado y con la Iglesia católica (como ocurre con la CTA de Godoy). Necesitamos una central que delibere y resuelva a través de mandatos, asambleas, plenarios y congresos de las bases, para enfrentar los despidos, los salarios a la baja y por todas las demandas de la mujer trabajadora, largamente abandonados por la burocracia de todos los pelajes.


Vamos por un paro nacional el 8 de agosto.


No a la objeción de conciencia en el ámbito de la salud. Toda nuestra solidaridad con nuestra compañera Sandra Fornia.