Mujer

5/3/1998|575

Hurlingham: “No es malo que las mujeres corten el pasto…”

A pocas horas del Día Inter­nacional de la Mujer, la situa­ción de las trabajadoras y des­ocupadas del distrito de Hurlingham se diferencia muy poco de la que sufren las mujeres de todo el país.


Al igual que en buena parte de los municipios bonaerenses, el que conducen Juanjo Álvarez  y la ex-diputada porteña Patricia Bullrich, las mujeres desocupadas, madres solteras y espo­sas de trabajadores desocupa­dos encontraron en los ‘planes trabajar´ una ´opción´ ante la desesperante: situación que sufren sus hogares.


Pero más allá de que estos planes sean más una trampa — un ‘salvavidas de plomo’— que una salida, debido a que los que en ellos se desempeñan reci­ben un miserable salario de 200 pesos, carecen de aportes y pro­tección sociales, con modos de contratación extremadamente precarios, etc., las mujeres tra­bajadoras de Hurlingham afron­tan el hecho de realizar tareas — con una jomada laboral de seis horas—, al igual y a la par de los hombres.


Es usual ver en los diferentes barrios de la comuna (San Alber­to, Parque Johnston, etc.) a las cuadrillas de mujeres ´traba­jar’ realizar el zanjeo, desmalezamiento y limpieza de alcanta­rillas, y hasta la limpieza y re­acondicionamiento del subsuelo del hospital municipal —donde se construirá el estacionamien­to en condiciones: sumamente insalubres.


Aunque los trabajadores de los planes denuncian una pro­blemática común a  todos y “afir­man su descontento por los exiguos salarios que perciben y las condiciones en que realizan el trabajo —insegu­ridad, falta de herramientas, etc., se une a aquello que (…) la mayoría de sus componentes son mujeres (y) ‘no puede ser —dicen— que éstas mujeres deban hacer un trabajo que, en realidad es para hombres, como pasa acá’…” (El Ciuda­dano de Hurlingham., 30/1).


Con sus hijos a cuestas, sen­tadas en las veredas, debido a que muchas son separadas o madres solteras, sin protección para hacer un trabajo que “es para hombres”, como dicen los propios trabajadores varones; sin derecho a tomarse días por enfermedad o por el día femeni­no, las mujeres del ‘municipio modelo’ de Hurlingham, que son mayoritarias entre los 600 puestos creados por los planes provinciales (Álvarez había pro­metido dos mil en julio del ‘97), deben sufrir una situación de extrema superexplotación —al igual que los hombres— y condi­ciones de trabajo que las some­ten a sacrificios físicos y huma­nos nunca vistos.


¿Cuál es la respuesta de las autoridades municipales? “Pa­tricia Bullrich, secretaria de Coordinación de Gabinete (de la Municipalidad) y respon­sable última de la aplicación de los ´planes trabajar’ en el distrito, relativiza el tema y señala que ‘es toda una con­cepción qué es trabajo de mujer y trabajo de hombre…´, recalcando que ‘no es mala que las mujeres corten el pasto’…” (idem).


Cuando se trata de explota­ción y opresión femenina, las ‘se­ñoras9 y funcionarías dé los par­tidos patronales no sólo se ocu­pan de combatir la organización independiente de la mujer y sus condiciones laborales más ele­mentales, sino que se comportan como el más recalcitrante de los ´machos´.


Este 6 de marzo, las trabaja­doras de los ‘trabajar’ deben organizarse y exigir su pase a planta permanente municipal, un salario igual a la canasta fa­miliar (1.200 pesos), guarderías infantiles a cargo del municipio, licencias por enfermedad para ellas y sus hijos y por el día femenino, y labores adecuadas a sus capacidades.