Hurlingham: “No es malo que las mujeres corten el pasto…”
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A pocas horas del Día Internacional de la Mujer, la situación de las trabajadoras y desocupadas del distrito de Hurlingham se diferencia muy poco de la que sufren las mujeres de todo el país.
Al igual que en buena parte de los municipios bonaerenses, el que conducen Juanjo Álvarez y la ex-diputada porteña Patricia Bullrich, las mujeres desocupadas, madres solteras y esposas de trabajadores desocupados encontraron en los ‘planes trabajar´ una ´opción´ ante la desesperante: situación que sufren sus hogares.
Pero más allá de que estos planes sean más una trampa — un ‘salvavidas de plomo’— que una salida, debido a que los que en ellos se desempeñan reciben un miserable salario de 200 pesos, carecen de aportes y protección sociales, con modos de contratación extremadamente precarios, etc., las mujeres trabajadoras de Hurlingham afrontan el hecho de realizar tareas — con una jomada laboral de seis horas—, al igual y a la par de los hombres.
Es usual ver en los diferentes barrios de la comuna (San Alberto, Parque Johnston, etc.) a las cuadrillas de mujeres ´trabajar’ realizar el zanjeo, desmalezamiento y limpieza de alcantarillas, y hasta la limpieza y reacondicionamiento del subsuelo del hospital municipal —donde se construirá el estacionamiento en condiciones: sumamente insalubres.
Aunque los trabajadores de los planes denuncian una problemática común a todos y “afirman su descontento por los exiguos salarios que perciben y las condiciones en que realizan el trabajo —inseguridad, falta de herramientas, etc., se une a aquello que (…) la mayoría de sus componentes son mujeres (y) ‘no puede ser —dicen— que éstas mujeres deban hacer un trabajo que, en realidad es para hombres, como pasa acá’…” (El Ciudadano de Hurlingham., 30/1).
Con sus hijos a cuestas, sentadas en las veredas, debido a que muchas son separadas o madres solteras, sin protección para hacer un trabajo que “es para hombres”, como dicen los propios trabajadores varones; sin derecho a tomarse días por enfermedad o por el día femenino, las mujeres del ‘municipio modelo’ de Hurlingham, que son mayoritarias entre los 600 puestos creados por los planes provinciales (Álvarez había prometido dos mil en julio del ‘97), deben sufrir una situación de extrema superexplotación —al igual que los hombres— y condiciones de trabajo que las someten a sacrificios físicos y humanos nunca vistos.
¿Cuál es la respuesta de las autoridades municipales? “Patricia Bullrich, secretaria de Coordinación de Gabinete (de la Municipalidad) y responsable última de la aplicación de los ´planes trabajar’ en el distrito, relativiza el tema y señala que ‘es toda una concepción qué es trabajo de mujer y trabajo de hombre…´, recalcando que ‘no es mala que las mujeres corten el pasto’…” (idem).
Cuando se trata de explotación y opresión femenina, las ‘señoras9 y funcionarías dé los partidos patronales no sólo se ocupan de combatir la organización independiente de la mujer y sus condiciones laborales más elementales, sino que se comportan como el más recalcitrante de los ´machos´.
Este 6 de marzo, las trabajadoras de los ‘trabajar’ deben organizarse y exigir su pase a planta permanente municipal, un salario igual a la canasta familiar (1.200 pesos), guarderías infantiles a cargo del municipio, licencias por enfermedad para ellas y sus hijos y por el día femenino, y labores adecuadas a sus capacidades.