Mujer

28/7/2017

José C. Paz: la impostura de la nueva Comisaría de la Mujer

Plenario de Trabajadoras


El pasado viernes 21 se inauguró en José C. Paz la primera Comisaría de la Mujer en el distrito, al tiempo que se estableció la disposición de más efectivos y móviles policiales. Del evento participaron el secretario de Gobierno José Pérez –quien habló en nombre del intendente Mario Alberto Ishii– y funcionarios del gobierno provincial de María Eugenia Vidal: el viceministro de seguridad de la provincia, Matías Ranzini, y el actual  subsecretario de Desarrollo Social Bonaerense y primer candidato a concejal por Cambiemos, Ezequiel Pazos.


 


Lo que se presenta como una medida en favor de las mujeres es en verdad una impostura: mientras que la existencia de Comisarías de la Mujer en todo el país no ha hecho mella en el cuadro generalizado de violencia hacia la mujer, menos puede hacer la mayor presencia de fuerzas represivas, si se tiene en cuenta que las mismas son partícipes y garantes del negocio de la trata de personas y que el 20% de los femicidios en 2016 fueron cometidos por uniformados.


 


Los casos de violencia, violaciones, y femicidios en el distrito son alarmantes; en esta larga lista se integran el reciente doble femicidio de Elizabeth Lemos y Jésica Avilés, así como la violación a una joven de 23 años en la estacion Sol y Verde. Las respuestas por parte del Estado municipal siempre fueron nulas: Ishii viene ofreciendo por solución la asistencia en un refugio para mujeres, donde no solo no se cuenta con el cuerpo de profesionales adecuados, sino que las víctimas se encuentran en peligro –al punto de que una mujer fue atacada por el violento dentro del refugio.


 


En los últimos meses los casos  motivaron la movilización de cientos de vecinos al centro político de José C. Paz, que sin embargo no tuvieron ninguna respuesta por parte de los gobiernos municipal y provincial.


 


Para enfrentar la violencia contra la mujer, es necesario abrir centros asistenciales para la mujer, con presupuesto y un cuerpo de profesionales idóneo –médicos, psicólogos, abogados, trabajadores sociales–, que funcionen bajo la gestión de una comisión autónoma de la mujer elegida por el voto de las mujeres del distrito.


 


La lucha por estas reivindicaciones plantea la organización de las mujeres de forma independiente del Estado y sus funcionarios.