Mujer

29/5/2021

Jubilación de mujeres: reconocerían aportes por tareas de cuidado

Sobre el “Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Servicio por tareas de cuidado”.

El gobierno ha salido a los medios de prensa con la presentación de un proyecto, el “Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Servicio por tareas de cuidado”, dirigido a las mujeres trabajadoras que teniendo entre 59 a 64 años no completen los 30 años de aportes que exige la ley jubilatoria. No se conoce aún resolución de Anses o decreto que lo establezca.

Esta medida se toma mientras se transita el incumplimiento de la promesa oficialista durante y antes de la campaña electoral de modificar la moratoria para el acceso de las “amas de casa” a la jubilación, cuyos términos lo limitan cada vez más, y por supuesto la de la derogación de la Puam macrista, que eliminó el acceso a la jubilación y la reemplazó por una asistencia del 80% de la jubilación mínima y extendió el acceso de las mujeres a la edad de 65 años, como reclamaba el FMI.

Según el anuncio de la Anses se reconocerían como aportes jubilatorios un año por hijo nacido o adoptado al que se sumarían dos años más si la trabajadora hubiera sido beneficiaria de la AUH por 12 meses. En el cómputo de un año por hijo nacido o adoptado no especifica si fuera en el caso de haber tenido que retirarse del trabajo por tareas de cuidado o si ante la falta de años de aporte, se suma ese año por hijo en forma adicional, aunque lo hubiera trabajado.

El informe dice que también se integrarán como aportes jubilatorios los períodos de licencia por maternidad y por excedencia que hasta la fecha no tributaban a la caja de la Anses, lo cual podría sumar entre 3 a 9 meses más por cada embarazo y excedencia al período computado para llegar a los 30 años. Ni una palabra al respecto de cómo se financiaría el sistema para afrontar estas modificaciones. Aunque es claro que se financiará igual que con las iniciativas anteriores: con la plata del impuesto más regresivo que existe que es el IVA y con los aportes de lxs trabajadores en actividad que desde hace años fueron condenados mayoritariamente a la mínima.

Una aspirina

Si bien se trata de un proyecto con clara intencionalidad electoral por parte de La Cámpora en momentos en que Raverta y el kirchnerismo buscan ganar espacio en el armado de las listas del Frente de Todos y además recuperar votos ante el saqueo a la movilidad jubilatoria durante este año y medio de gobierno, lo hace reconociendo varios aspectos que durante años las organizaciones sindicales de lucha han peleado como reivindicaciones de la mujer trabajadora.

Uno es considerar las dificultades para integrarse al mercado laboral de las madres tanto por la retracción y crisis existentes, como por la falta de salas maternales y el incumplimiento del derecho a guardería, como la negativa de las patronales de emplear mujeres con hijos. Otro punto largamente reclamado ha sido la arbitrariedad a los efectos salariales, de aguinaldo, antigüedad y con perjuicio consiguiente al momento de tramitar la jubilación al considerar las licencias por maternidad y por excedencia fuera del sueldo, como un subsidio no computable (hay gremios como el de docentes de provincia de Buenos Aires, en cuyo estatuto, la licencia por maternidad y adopción se encuentra en la misma categoría y reconocimiento salarial que cualquier otra licencia).

En definitiva, a los efectos jubilatorios, se incorpora el reconocimiento de las tareas de cuidado de los hijos, claro, solamente para la que le falten años para llegar a los 30 de aportes y que hayan sido trabajadoras registradas. Por eso surge una cifra que sería solo de 155.000 trabajadoras, cuando el 44% de las mujeres mayores de 60 años no se puede jubilar (El Cronista, 27/05) en muchos casos porque han trabajado toda su vida o gran parte de ella en negro, o simplemente porque han tenido el rol de amas de casa, el trabajo no remunerado de la mujer en el hogar.

El informe del proyecto no aclara si esos años adicionales serán considerados al valor del sueldo actualizado de la trabajadora en los que acontecieron los embarazos, las adopciones, o el cobro de AUH . O si se incorporarán para cubrir los años faltantes siendo computados entre los 10 últimos para el cálculo del haber, o aún a un valor arbitrario de salario mínimo.

No cabe duda que este proyecto que beneficiaría, como dijimos, a 155.000 adultas mayores y a 30.000 más el año que viene se trata de una aspirina que no resuelve la enorme injusticia laboral y jubilatoria de la mujer trabajadora. Es un intento de ganar votos y espacio ante las mujeres que masivamente se vuelcan a organizarse en un terreno de lucha en respuesta a la miseria, la falta de trabajo estable, la inflación imparable y la crisis sanitaria producida por la incapacidad del gobierno de Fernández de enfrentar la pandemia.

No hay nueva moratoria para “todes”

Las camporistas nada dicen acerca de ampliar las moratorias existentes para mujeres, cuestión sobre la que batieron el parche durante el macrismo y ahora ni nombran, o de resolver una nueva moratoria para el universo de millones de trabajadores en condiciones de jubilarse (de los cuáles la mayoría son mujeres), que han sido condenados a la informalidad por años de cierres de fábricas y lugares de trabajo, de contratos en negro y de trabajo precario. Para ellos está la Puam, de un 82% de la mínima sin derecho a pensión ante fallecimiento de cónyuge, sitio a donde apunta todo el sistema jubilatorio en un país donde la población en negro y precaria se acerca al 50% de la población, como hemos señalado en Prensa Obrera.

En el proyecto anunciado tampoco dicen que restituirán los aportes patronales o que se pagarán sobre la base de un impuesto a las grandes fortunas y rentas de carácter permanente (que de paso son las que se benefician con la depreciación salarial, las paritarias a la baja, las productividad que consiguen echando obreros y explotando a los que quedan, entre otras medidas amparadas y sostenidas por el gobierno).

Se está entonces ante una medida solo dirigida a una porción de mujeres, trabajadoras registradas, cuyo “costo” pagará el conjunto de los jubilados y pensionados a quienes no se les paga el 82% móvil, reciben $23.064 de mínima la mayoría y una movilidad que va desvalorizando los haberes en nombre de que no hay fondos para sostener una jubilación ligada al valor del sueldo en actividad y al de la canasta básica jubilatoria, hoy en $65.000. Es decir a la política estratégica fondomonetarista de terminar con el sistema jubilatorio tal cual lo conocemos y establecer una suerte de “pensión a la vejez” de tipo alimentaria (en el mejor de los casos).

El Congreso del PDT sostiene la lucha de jubiladas, pensionadas y de las adultas mayores por su jubilación

El anuncio del gobierno se hizo en momentos en que se encontraba sesionando el masivo Congreso del PDT con miles de trabajadoras que han protagonizado todas la luchas en desarrollo en el país entre las cuáles están las Trabajadoras de Casas Particulares que vienen reclamando un salario equivalente como mínimo a la canasta básica, la jubilación anticipada por desgaste físico y que los aportes no realizados los cubra el Estado que permite el trabajo en negro y los patrones que las explotan, junto con un impuesto a las grandes fortunas.

Estuvieron las docentes que defienden las cajas jubilatorias provinciales, que se movilizan por el pago de la jubilaciones atrasadas como Chaco y Chubut y contra el descuento jubilatorio a las propias jubiladas como en Santa Cruz, las jubiladas y pensionadas de Anses que preparan la Jornada Autoconvocada de Lucha para el 9 de junio para rechazar la nueva movilidad confiscatoria de Fernández y el FMI, denunciando la Puam que lleva a las jubilaciones a un valor asistencial y aumenta la edad jubilatoria de las mujeres. Se planteó exigir una moratoria general para todos los adultos mayores que como consecuencia de los despidos, cierres de fábricas, la generalización del trabajo en negro que asola cada vez a más cantidad de generaciones no llega a las condiciones jubilatorias exigidas por la ley aun habiendo trabajado durante toda la vida, la restitución de los aportes patronales, la devolución de todos los fondos enajenados por los gobiernos y el rechazo al uso de las cajas jubilatorias y de las obras sociales para subsidiar a los capitalistas y para el pago al FMI.

El Congreso del PDT proclamó el apoyo de los reclamos jubilatorios, de las luchas por los derechos previsionales de todos los sectores y de todas las agrupaciones sindicales combativas y al desarrollo masivo del Plenario de Trabajadores Jubilados en todo el país.