Mujer

25/2/2016|1400

“Kunita”


El procesamiento por el “Plan Qunita” del gobernador tucumano y ex ministro de Salud Juan Manzur, del ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández y de Daniel Gollán, último ministro de salud del gobierno kirchnerista, por fraude, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad, así como de otros ex funcionarios de la administración nacional y empresarios contratistas del Estado, abre un nuevo capítulo de la gran estafa del “modelo nac&pop”.


 


El “beneficio” estaba orientado a mujeres embarazadas desocupadas o que percibieran un salario igual o menor al mínimo vital y móvil, empleadas domésticas y trabajadoras “golondrina”, que fueran a parir en un establecimiento público. Para solicitar el kit se debía tramitar el pedido de Asignación por Embarazo a través de la Anses, para retirarlo luego de una serie de controles médicos en alguno de los centros de maternidad pública establecidos por el gobierno.


 


Desde el inicio quedaban excluidas las trabajadoras en relación de dependencia y/o las mujeres que planificaran su parto en un centro de salud privado, reduciendo el universo de beneficiarias a 150.000 mujeres, según cifras oficiales (http://www.cfkargentina.com/lanzamos-plan-qunita/)


La denuncia original fue realizada en junio de 2015 por periodistas del blog Eliminando Variables, que realizaron una investigación en profundidad revelando un proceso de licitación fraudulento en torno el Plan.


 


Señalaban que se había beneficiado a un grupo de seis empresas sin antecedentes en el rubro, lo que según el expediente judicial demostraría que en la licitación había ganadores prefijados, así como el enriquecimiento exponencial de Fasano SRL, cuya facturación total en 2014 era de 6.000 pesos, para pasar a ganar casi un millón de pesos en 2015, luego de que el Estado nacional le adjudicara la fabricación de las cunas, un crecimiento patrimonial “de un 15.000.000% (…) vendiendo kits para recién nacidos” (www.cor.to/8xab)


 


En el procesamiento se señalan los “precios elevados y abusivos” de las ofertas de licitación. Mientras que la Sindicatura General de la Nación arrojó en enero un precio de referencia para el kit de 4.096.37 pesos, el Estado terminó pagando a las empresas entre 7.730 y 7.850 pesos (www.cor.to/qunitanibal)


 


 “La cunita es una preciosura”


 


Requerido por su participación en el proceso de licitación fraudulenta, Gollán salió a defenderse arguyendo sobre la calidad de la “Qunita”.


 


Estas declaraciones lo dejaron en ridículo luego de que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a pedido del propio Gollán, presentara un informe sobre las graves deficiencias de la cuna de “bordes afilados y aristas peligrosas”, sin “advertencia de asfixia”, con “problemas en las cintas de sujeción de los extremos (…) que se desprenden con cargas menores a los nueve kilos” (www.cor.to/qunita2). El informe también cuestiona la seguridad de la bolsa de dormir. 


 


 Aunque Aníbal Fernández salió a despegarse del desfalco, alegando que no estaba en funciones cuando se inició el proceso de contratación, la decisión administrativa que aprueba la adjudicación salió con su firma como jefe de Gabinete y la de Gollán, que inició el proceso de compra como secretario de Salud Comunitaria y lo terminó en calidad de ministro (http://www.clarin.com/politica/Paso-paso-fraude-licitacion-Qunita_0_1524…).


 


El tema golpea a Manzur, que ha logrado sortear varias denuncias en su contra por distribución de medicamentos adulterados, la muerte de un niño desnutrido en Chaco y enriquecimiento ilícito.


 


A raíz de los graves peligros para la seguridad del bebé, el Ministerio de Salud suspendió la entrega de los kits hasta nuevo aviso, con lo que el macrismo se estaría ahorrando unos 1.000 millones de pesos anules en asistencia a la salud reproductiva.


 


El kirchnerismo es el mejor aliado del ajuste de MM.