Mujer

15/10/2009|1104

La Fuba y los derechos de las mujeres

Casi 300 estudiantes universitarias, secundarias y terciarias organizadas por la Fuba viajamos al reciente Encuentro Nacional de Mujeres. Fuimos a Tucumán a llevar la enorme solidaridad del movimiento estudiantil con los trabajadores/as de Kraft Terrabusi. La colecta de fondos que ya veníamos desarrollando por los cursos la llevamos al Encuentro, fortaleciendo la unidad obrera estudiantil. También fuimos con el objetivo de extender la solidaridad hacia el heroico pueblo hondureño en su lucha por derribar el golpe. El rechazo a los fondos provenientes de La Alumbrera fue una campaña particular que desarrollamos en cada uno de los talleres. Repartimos la declaración conjunta de la Fuba, la FUC, la FUP y la Fulp denunciando la complicidad de las camarillas universitarias con el saqueo de los recursos naturales. En las comisiones de Universidad y Medio Ambiente, centros de estudiantes de otras provincias comentaban su propia experiencia de lucha contra las mineras contaminantes, adhiriendo al planteo de la Fuba de organizar un gran movimiento nacional que coloque a la universidad del lado del pueblo que lucha contra la depredación ambiental. En ambos talleres juntamos decenas de firmas. Los más concurridos de nuestra delegación fueron los talleres de aborto, anticoncepción y trata.

Llevamos nuestra experiencia de lucha por la aparición con vida de todas las mujeres y niñas desaparecidas y, fundamentalmente, la de Florencia Pennacchi. Planteamos para el próximo 3 de noviembre realizar una acción nacional sobre cada una de las facultades y en las calles reclamando el desmantelamiento de las redes de trata.

Las mujeres y, fundamentalmente, las jóvenes reaccionamos ante el ataque y la irrupción de la Iglesia católica sobre los talleres de Aborto y anticoncepción. No podíamos permitir sesionar con la presencia de una institución que fue cómplice de la dictadura, que tiene en su cúpula a pedófilos y abusadores y que nos trata como seres inferiores. Los intereses de las mujeres y los de la Iglesia católica son irreconciliables. Las estudiantes dimos una batalla fenomenal para echar a la Iglesia de los talleres. Frente a la efectiva expulsión que se estaba dando, una patota de hombres militantes clericales, junto a una veintena de uniformados de Alperovich, quisieron entrar en la escuela para defender a las católicas y echar a las mujeres luchadoras. Pero, con la organización decidida de las mujeres los terminamos echando. Mientras tanto, las mujeres del PCR armaban un cordón de seguridad para proteger a la Iglesia.

La experiencia vivida por las jóvenes universitarias en la lucha contra la presencia de la Iglesia católica deja establecido un precedente importante para lograr en el próximo Encuentro la definitiva expulsión del clero. Una importante participación la tuvimos en los talleres de Salud y Salud Mental, donde denunciamos la política de asfixia presupuestaria del gobierno, el vaciamiento de los hospitales públicos y las condiciones precarias de los trabajadores de la salud. Finalmente, nuestra delegación participó de los talleres de Cárcel e impunidad, Derechos Humanos y Medios de comunicación. En los primeros denunciamos las condiciones miserables en las que se encuentran las mujeres en situación de cárcel. En el segundo nos pronunciamos contra la ley K, manteniendo una postura independiente de los pulpos mediáticos y el gobierno. Finalmente, la Fuba tuvo su columna particular en la marcha donde participó, además, una delegación de la Fulp (La Plata). La columna de la Fuba fue saludada con aplausos y cánticos por muchas organizaciones de mujeres.