Mujer

22/12/1993|409

La IIIª Internacional y la liberación de la mujer (*)

“ … 2. La historia pasada y presente enseña que la propiedad privada es la causa última y fundamental de la posición superior y privilegiada de los hombres sobre las mujeres. Sólo con el advenimiento y el establecimiento de la propiedad privada; la esposa y los hijos, como los esclavos, pudieron convertirse en la propiedad del hombre … Asi  también surgió la dependencia de la mujer como esposa y madre del hombre, su subordinación a él, su status de paria en la familia y en la vida pública. Aún hoy estas condiciones prevalecen en las prácticas y prejuicios de las llamadas sociedades civilizadas; en la negación de derechos o por lo menos en el status de segunda clase del sexo femenino frente a la ley; en su desventajosa posición en la familia, el Estado y la sociedad; en su subordinada y retrasada condición cultural; en la inadecuada apreciación de la importancia social de la maternidad … Para que las mujeres alcancen una completa igualdad social con los hombres, real y efectiva, y no sólo en las páginas pasivas de los libros de leyes muertas …, deben alcanzarse dos condiciones primarias. Primero, la propiedad privada debe ser erradicada y reemplazada por la propiedad social. Segundo, la actividad de las mujeres debe ser integrada  dentro de la producción social de un nuevo orden libre de explotación y opresión. Sólo la realización de estas dos condiciones evitará a las mujeres convertirse en económicamente dependientes de los hombres como esposas y madres de familia, o caer bajo la opresión económica y la explotación del capitalista como mujeres proletarias que cuentan con un empleo, como resultado del conflicto de clases entre explotador y explotado…


“ … 3. Las reivindicaciones del movimiento burgués de las mujeres se han demostrado incapaces de asegurar plenos derechos y humanidad para el conjunto del género femenino … Mientras el capitalismo sobreviva, el derecho de la mujer a disponer libremente de su propiedad y de su persona significa la etapa final de emancipación de la propiedad y una ampliación del marco de los capitalistas para explotar a las mujeres proletarias. El derecho de la mujer a la educación y a un trabajo igual al de los hombres, traslada también a este campo la ley fundamental de la competencia capitalista ilimitada y conduce a una agudización tanto económica como social del conflicto entre los sexos …


“ … 5. El comunismo, sin embargo, el gran emancipador del género femenino, no puede, ni ahora ni nunca, ser el resultado de la lucha unida de las mujeres de todas las clases por la reforma del orden burgués en concordancia con las reivindicaciones del movimiento feminista, es decir, reivindicaciones contra la posición social privilegiada del sexo masculino. Sólo puede realizarse mediante la lucha de clases común de las mujeres y hombres del proletariado explotado contra los privilegios y el poder de los hombres y mujeres de las clases poseedoras y explotadoras … La victoria del proletariado mediante acciones revolucionarias de masas y la guerra civil es imposible sin la participación de las mujeres del pueblo trabajador —con confianza en su objetivo y en el camino a recorrer, preparadas para el sacrificio, determinadas a luchar ya que… su papel tanto en la economía social como en la familia es frecuentemente decisivo para el resultado de la lucha de clases entre explotadores y explotados, así como también para la conducta de cada proletario en esas luchas. La conquista proletaria del poder debe ser también la tarea de convencidas, comunistas, mujeres proletarias …


… Sin la participación activa y conciente de las más amplias masas de mujeres con conciencia comunista, esta profunda, masiva transformación de la sociedad, de su base económica, de todas sus instituciones, es imposible … Esta participación es la precondición para el necesario incremento de la riqueza material de la sociedad y para el progreso, refinamiento y profundización de su cultura …


“ … 6. …Hoy la putrefacción de la economía y el sabotaje conciente de los capitalistas han hecho aparecer una crisis de estancamiento de la producción y desempleo sin precedentes. En todo esto las mujeres son las primeras y más numerosas víctimas de la crisis.


Los capitalistas aislados, así como las administraciones capitalistas locales y estatales, tienen menos temor a las mujeres desempleadas, que están mayoritariamente desorganizadas y son menos concientes políticamente, que a los hombres desempleados. Y calculan que esas mujeres, enfrentadas con el despido, pueden como último recurso, llevar su cuerpo al mercado y venderlo. En cada país en que el proletariado no ha tomado el poder mediante la lucha revolucionaria, la consigna suena hoy otra vez en voz alta, “Mujeres fuera del trabajo, mujeres vuelvan a sus casas”.  Esto encuentra eco incluso en los sindicatos, que impiden y detienen la lucha por igual pago por igual trabajo para ambos sexos. Insufla nueva vida a la vieja y reaccionaria ideología pequeño-burguesa del “llamado natural y único verdadero” y al valor inferior de la mujer. Paralelamente a la desocupación creciente y al aumento de las necesidades de un número incontable de mujeres, aparece el incremento de la prostitución en sus más variadas formas, desde el matrimonio como medio de supervivencia económica hasta la venta desnuda del cuerpo femenino en el “comercio” sexual…


… La creciente tendencia a expulsar a las mujeres del campo del trabajo social está en visible contradicción con la creciente necesidad de las más amplias masas de mujeres por ingresos independientes y ocupaciones satisfactorias …


… Sólo cuando también las fuerzas y los talentos de las mujeres estén disponibles para la sociedad en las más variadas áreas de actividad, será posible compensar la colosal destrucción  de bienes sociales y materiales de la guerra y promover el necesario incremento de la riqueza y la cultura.


La creciente tendencia a desplazar a las mujeres como co-trabajadoras en la producción social y la cultura está enraizada, en última instancia, en la codicia de los especuladores capitalistas, que buscan perpetuar su poder para explotar. Muestra la incompatibilidad de la economía capitalista, del orden burgués, con los más importantes intereses de la abrumadora mayoría de las mujeres y de los miembros de la sociedad en general…


“ … a) 1. Dentro del Partido Comunista de cada país, las mujeres … deben ser atraídas hacia el trabajo de todos los organismos del partido y en todos los niveles de la estructura partidaria.


Sin embargo, el Partido Comunista toma medidas especiales y establece instituciones especiales en orden a alcanzar a las mujeres con su agitación, mantenerlas organizativamente en sus filas y educarlas. En todo esto, reconoce las distintivas características intelectual y moral de la mujer, el retraso impuesto sobre ellas por la historia y la especial posición que todavía frecuentemente asumen como resultado de su actividad hogareña.